LOS PRECIOS DE ÚLTIMA HORA NO EXISTEN.


Aunque vendiendo esta habitación a 60 euros se gana dinero, para el empresario quizás sea preferible dejarla vacía.

Lamento tener que romper el hechizo pero los reyes magos no existen y los precios llamados lastminute son una ilusión cuando se trata de alojamientos. Las llamadas ofertas de última hora son virtualmente inexistentes y se pierde el tiempo buscando chollos de los llamados "lastminute". Nuevamente comprobamos que la publicidad nos atrae con unas palabras y lo que nos encontramos es otra cosa. Ya les vale a las agencias anunciar precios que ocultan las tasas de aeropuerto y los suplementos de carburante en viajes combinados, como para que haya centrales de reservas que se promocionen a bombo y platillo con ofertas que no son tales.

Otra cosa es que faltando una semana los hoteles suelen liberarse de los cupos disponibles a tarifas ligeramente inferiores, sobre todo si la ocupación va floja. Algunos pueden vender muy bien directamente en recepción al precio oficial y otros rebajan unos cuantos euros. Eso sí, si AC tiene un hotel como el Santo Mauro o Meliá como el ME de Madrid, les tira de las narices que haya habitaciones libres todos los días porque no están dispuestos a tirar los precios ni entrar en guerras a la baja para captar clientes al precio que sea. Si la habitación tiene que venderse a 200 o más euros y no se vende, tampoco se ofrecerá a 70 aunque con ello ganen algo de dinero.

Incluso en centrales especializadas como http://lm.hotelclub.net/ encontramos los mismos precios que en http://www.hotelclub.es/, aún cuando se anuncia que las ofertas son de última hora.

Puede haber algún chollete suelto por ahí pero no hay un mercado de habitaciones de última hora, aunque creo que debería existir. El problema es que todos lo dejaríamos para el último momento y eso hace que el mercado se resienta, lo cual no están dispuestos a aceptar los hosteleros.

Así, pues, no se mate buscando lo que no existe.
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VACACIONES GRATIS.


Sí. Siempre y cuando ofrezcas vacaciones gratis.

Acabo de enterarme de la existencia de Belodged.com, una web que permite darse de alta y registrarse para conseguir estancias gratuitas en domicilios de otros asociados. Obviamente hay que dar para recibir y si todo el mundo quiere dormir gratis por ahí tendrá que ser solidario y cooperativo para que el sistema funcione. Si nadie da, nadie recibe. No se trata de un intercambio de casa sino más bien de habitación.

El anfitrión puede hacer también de cicerone y aportar incluso pensión alimenticia. El sistema es adecuado para viajeros con pocos recursos y muchas ganas de novedad.

Más información en http://www.belodged.com
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DORMIR EN NUEVA YORK SIN ARRUINARSE


Por lo que se ve London y New York son dos de las ciudades donde más caros y menos buenos resultan los hoteles. El caso que menciono es el de un nuevo establecimiento ubicado en el corazón de Manhattan y que ofrece precios bastante bajos para lo que se estila en esta ciudad. Por supuesto el desayuno nunca está incluido.

Los comentaristas de Tripadvisor son unánimes. Este puede ser un buen chollo. Las dimensiones de las habitaciones son minúsculas y el espacio está muy bien aprovechado. Cada habitación dispone de pantalla de plasma y wifi gratuito. Hay habitaciones con y sin baño privado.

Los propietarios insisten en que queda al lado de todo y que se llega andando a cualquier parte en pocos minutos. También comentan que tienen una terraza en la última planta para ver las luces de la ciudad.


Para ver el hotel, click en el logo. Y de fumar, ni se te ocurra.
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DORMIR EN UN AVIÓN QUE NO VUELA.


Se trata de Jumbo Hostel y está situado en el aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo. Se admiten reservas desde diciembre de 2008 y cuenta con 25 habitaciones de tres camas. Los dormitorios tienen seis metros cuadrados de superficie y tres de altura. Al tratarse de un albergue, los sanitarios están en los pasillos y no dentro de cada camarote. También es posible reservar una suite situada en la cola y con vistas al aeropuerto. Ideal para amantes de la aviación y probablemente de bajo coste. El avión es un Boeing 747 y data de 1976,




El avión ha sido destripado al completo y se ofrece un mobiliario funcional. Podemos reservar en http://www.jumbohostel.com. Es el sitio ideal para dormir la noche antes de coger un vuelo y para cuando llegamos muy tarde al aeropuerto.

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HOTEL ASEQUIBLE EN AMSTERDAM


Holanda es un país muy visitado por su encanto, los molinos, los tulipanes, los canales y otras cosillas que a mucha gente le encantan. Allí el nivel de vida es bastante alto y eso se traduce en precios disuasorios para el alojamiento. En Amsterdam ha nacido un nuevo concepto de hoteles de diseño y con habitaciones de escasas dimensiones. Al igual que sucede con el Pod Hotel de Nueva York, aquí se trata de compensar la no amplitud con un diseño elegante y la posibilidad de elegir entre varios tipos de iluminación para la habitación. Los precios no es que sean tirados pero sí muy convenientes para lo que obtenemos al reservar. Cuanto antes se reserva, menos se paga, pero con un límite inferior de 39 euros por habitación y noche.

La web no es que sea fenomenal pero nos pone en antecedentes. Lo que se ve en las fotos mola bastante más que las habitaciones de Easyhotel.com.
Para más detalles: http://www.qbichotels.com/
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APARTAMENTOS BARATOS EN SUIZA.



Suiza es probablemente uno de los sitios más seguros del mundo para viajar y no cabe duda de que existe una clara relación entre nivel de vida y precios elevados. Así pues, muchos viajeros que en su momento pensaron en viajar a Suiza lo descartaron en un principio ante el elevado precio de los alojamientos.
Aunque ahora se puede volar a Ginebra con Easyjet por cuatro duros, cosas como el transporte interno andan a precio de oro y lo de comer fuera mete miedo, de forma que este destino turístico parece reservado a gente a la que le sobra el dinero.
Menos mal que de vez en cuando aparecen chollos como el que ahora presento, nada menos que en Davos, en el Cantón de los Grisones, conocido como Graubunden. Se trata de los apartamentos Solaria, cuyos precios parten de una tarifa tan baja como 42 euros diarios por apartamento completamente equipado para dos personas en época veraniega.
Para rizar el rizo, los huéspedes disfrutan del pasaporte todo incluido de verano, símplemente por alojarse en Davos, que les da acceso a transporte público gratuito y también libre circulación en teleféricos, funiculares y trenes de cremallera, amén de la entrada al jardín botánico y numerosos descuentos en instalaciones municipales como pista de hielo o piscina.
Los apartamentos te prestan gratuitamente la bicicleta y disponen de autobús lanzadera gratis al centro urbano. Suena tan bien que yo ya he reservado y hasta ahora no he sacado a relucir el tema en el blog, no fuera que se me adelantaran y me quedara sin lugar de vacaciones.
Davos queda a dos pasos de sitios tan conocidos como Saint Moritz y Zúrich, con buenos accesos al norte de Italia y al Tirol austriaco. No se puede pedir más.
Lo mejor es ir ya a http://www.solaria.ch/, eligiendo la lengua inglesa si no dominamos el alemán, que es lo que se habla por allí. Ojo porque ya quedan pocos apartamentos para el verano.
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UN HOTEL TERRORÍFICO.


Nunca olvidaré el día que vi la película "El Resplandor" por primera vez. Fue en pantalla grande, en el cine Colón de Cangas de Onís y hace casi treinta años. Desde entonces la he visto unas cuantas veces en video y DVD. Kubrick logró una atmósfera de suspense y terror adaptando una novela de Stephen King en la que el hotel es tan protagonista como los actores. El doblaje fue muy criticado pero tampoco difiere mucho de la versión original.

El hotel se lama Timberline Lodge y existe realmente. Se halla en Oregón y los precios no son prohibitivos. Se puede dormir por menos de cien euros la noche. Queda a una hora de coche de Portland, por si nos pilla cerca. En su web anuncian un apoteósico brunch para el día de la madre con un precio de sólo 35 dólares.

Los que no conozcan la película deberían ir viéndola ya. Ojo porque hay una adaptación para la televisión que no es precisamente lo mismo.

Sería el colmo viajar hasta allí y encontrarnos a Jack Nicholson por los pasillos del hotel.
La web oficial está en

http://www.timberlinelodge.com/
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LA PLANTA EJECUTIVA DE LOS HOTELES


Sólo los mejores hoteles tienen una planta ejecutiva, incluso más de una. Se trata de un lugar misterioso al que los mortales no tienen acceso tan fácilmente; allí solo pueden entrar los huéspedes de lujo que han pagado más por una habitación mejor o bien se lo han pagado, que es de lo más habitual. Yo no conozco esos sitios pero dicen que existen y para informarme bien he tenido que navegar un poco, porque aquí de experiencia propia, nada de nada.

En la planta ejecutiva no sólo están las mejores habitaciones y una recepción privada sino también un océano de lujos y exquisiteces sólo al alcance de quienes se lo pueden permitir, incluyendo un salón social privado, con buffet libre de desayuno y merienda con aperitivos variados todo el día para la gente de negocios que tiene horarios raros y también para los que quieran una experiencia de lujo.

Hay personas a las que por overbooking en las habitaciones corrientes se les ha derivado a una planta ejecutiva y han vuelto para contarlo. Espero que me toque algún día porque son habitaciones de otro mundo.
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COSAS QUE DAN MAL ROLLO EN UN HOTEL. TELEVISORES ANTIGUOS.

Ya puedes tener un hotel chulo y molón que si exhibes en la web las fotos de las habitaciones con modelos de televisión de hace una década quedas a la altura del betún. Si no hay presupuesto para comprar televisores actuales y bien adaptados a la TDT, la imagen del hotel pierde una barbaridad. Hoy en día la clientela percibe muy negativamente que la tele sea antediluviana aunque se vea bien. Además los modelos actuales se integran de maravilla en la decoración y ocupan muy poco espacio. Lo más fácil es que los posibles clientes huyan despavoridos ante la contemplación de habitaciones en las que el propietario no quiere invertir y prefiere conservarlo todo con estética del siglo y del milenio pasados. Personalmente no me molesta en demasía, ya que no suelo ver la tele en los hoteles, pero me queda claro que un hotel con televisiones viejas es un negocio en el que se racanea.  No es normal que pensiones y hostales tengan equipos audiovisuales renovadísimos y haya hoteles de tres o más estrellas donde viven de espalda a la modernidad. Lo mismo pasa con el wifi, que lo regalan en cualquier parte y lo pretenden cobrar en los lugares de lujo.

Señores hoteleros, vayan poniéndose en la cresta de la ola y cambien ya sus viejas teles antes de que les pongan a parir en Booking o en Tripadvisor.
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ODISEAS EN LOS PARKINGS DE LOS HOTELES


Alguien debería publicar una guía sobre parkings de hoteles; se lo agradecerían muchos clientes.

Reconozco que me echo a temblar cada vez que tengo que guardar el coche en el parking cubierto de un hotel. Las más de las veces me encuentro con estrecheces y en algún caso he pasado grandes agobios.

Normalmente elijo hoteles con parking exterior gratuito pero de vez en cuando hay que ir a hoteles urbanos donde no hay alternativa al garage del establecimiento.

Da mucha rabia la mala señalización y que la entrada del parking sea anterior a la del hotel, de modo que en muchos casos hay que dar la vuelta a la manzana ante la imposibilidad de circular marcha atrás.

El acceso puede ser de lo más delirante. He visto casos en los que a duras penas era posible negociar las curvas de bajada y resultaba imposible cruzarse con otro vehículo que saliera o entrara. No es raro rayar la defensa contra el suelo al llegar a terreno llano. Lo grave es cuando las plazas son muy angostas y parecen diseñadas para coches de hace treinta años. Ya me ha ocurrido algo tan curioso como entrar en la plaza y no poder abrir las puertas. Obviamente a nadie le gustan las columnas y se agradecería que las forraran para evitar disgustos.

Los parkings de hotel ponen a prueba la pericia del conductor y también la dirección asistida del coche. A veces los techos son tan bajos que inconscientemente bajamos la cabeza como si con ello evitáramos un posible roce. En la mayor parte de los casos no hay plazas para todos los clientes y es necesario reservar la plaza. Estamos hablando de los afortunados hoteles que sí tienen garaje propio, porque hay algunos que ni eso, ni concertado, ni cercano ni nada de nada.

En más de una ocasión me resultó tan molesto bajar al parking que dejé el coche allí durante toda la estancia por no repetir la experiencia de entrar de nuevo.

Tema aparte son las tarifas, de las cuales ya he hablado en otros artículos del blog.
Por todo lo anteriormente citado, agradecería a los hoteles que publicaran fotos de sus parkings y también de los accesos, para que nos vayamos haciendo una idea de lo que nos espera.

Por cierto que los que funcionan con tarjeta casi siempre nos obligan a bajar del coche para introducirla en el lector porque los fabricantes de barreras deben imaginar que tenemos brazos de dos metros de largo, al igual que ocurre en muchos peajes. O rayamos el coche contra la máquina o pegamos con la puerta en un bordillo o nos apeamos, a elegir.
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EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS MINIBARES DE HOTEL.


La idea de tener un minibar en la habitación parece buena en un principio pero lo que desbarata completamente su existencia son obviamente los precios que se practican, generalmente tan disparatados que hacen disuasoria la utilización por parte del cliente, que se ve abrumado con tarifas delirantes y desproporcionadas.

El minibar genera gastos al hotel porque consume energía y produce poco beneficio ya que muy pocos clientes tiran de consumiciones en la habitación a no ser que se lo pague la empresa o estén en un hotel AC donde hay bebidas no alcohólicas gratuitas, un caso aparentemente único en el universo.

En ciertas ocasiones pernocté en hoteles donde los precios eran bastante razonables, al nivel de un bar o cafetería, lo que me animó a tomar un par de refrescos. Se supone que ahí ganaron dinero y las bebidas no les van a caducar después de ochocientas pernoctaciones sin consumo.

Alguna vez me vi pillado con las ganas y tomé una Coca-Cola carísima que luego repuse antes de finalizar la estancia, pero el truco no siempre sirve porque hay sitios donde se revisa el minibar a diario y te la facturan, así que ojo. Otros comentaristas advierten que hay modernos artefactos en los que con sólo tocar la bebida ya te la apuntan en la cuenta.

Lo más gracioso es que la manera más habitual de controlar el minibar es la pregunta que te hacen en recepción sobre si has consumido o no, de modo que la palabra prevalece sobre la presunción de culpabilidad.

Hay hoteles que prefieren dejar una nevera vacía a disposición del huésped y también quien pone máquinas expendedoras de bebidas en la recepción, como hace Sidorme. Una solución intermedia es dejar un par de botellines de agua de cortesía.

Es ridículo pensar que el cliente va a pagar por un botellín de 5 cl lo mismo que vale una botella de 75 en el supermercado, a no ser que esté forrado. Tampoco se pueden pagar chocolatinas de 20 céntimos a dos euros, como si estuviéramos a bordo de un avión o en una cafetería de aeropuerto.

En un hotel de Canarias exigían un consumo mínimo de minibar de 18 euros para tenerlo operativo o bien 15 euros para usarlo de nevera, lo que no parece mala idea. Así se paga por lo que se usa; por cierto que los precios eran muy razonables, a dos euros el refresco.

Lo malo es que las cafeterías de los propios hoteles tampoco se suelen lucir con los precios y el cliente generalmente se ve abocado a salir a la calle en busca de mejores opciones, que siempre existen y además muy cerca, porque los hosteleros no son tontos y saben adónde hay que arrimarse. Hoy en día tres euros por un café son un disparate se mire como se mire, a no ser que usemos el wifi gratis durante un par de horas para amortizar la inversión.

Todo lo que cabe en un minibar no suele pasar de 20 euros y se pretende cobrar por ello más de 100, pero eso no es nada sencillo. También está la picaresca de los que se pulen las bebidas alcohólicas y las rellenan con líquidos de lo más variado, para sorpresa del cliente que llega confiado a tomarse una copa y se encuentra con fluidos corporales almacenados, tales como muestras de orina (verídico).

Este artículo ganará mucho si los lectores aportan sus propias experiencias. Por mi parte animo a los hoteleros a que no pretendan forrarse con el minibar porque siempre saldrán perdiendo. Por lo menos, que les salga lo comido por lo servido y que den un buen servicio a los clientes, de forma que al menos haya alguien que salga ganando y quede satisfecho.
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LOS HUÉSPEDES NO QUEREMOS TANTA TRANSPARENCIA.


Si es como el de la foto no hay problema. Últimamente se ha puesto de moda integrar el baño en las habitaciones de los hoteles e incluso de las viviendas, lo que resta intimidad. Hay varias soluciones usadas en la actualidad, desde la comunicación diáfana entre baño y dormitorio hasta el uso de paneles transparentes o translúcidos. La fórmula que vemos en la imagen de arriba parece tradicional y adecuada, ya que permite correr las cortinas si queremos que nadie nos vea. Obviamente el inodoro siempre está aparte y con puerta.
Curiosamente medio mundo se cierra en el baño aunque se encuentre sólo en casa y parece que necesita sentirse alejado del mundo en ese retiro privado. Lo de las bañeras en medio de la habitación ya me parece un poco rebuscado porque siempre acaba cayendo agua al pavimento.
Innovación y diseño sí, sin duda, pero también sin aventuras.
Por lo visto la clientela rechaza tanta sofisticación y hay pocos adeptos de la transparencia total.
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DESAYUNOS DECEPCIONANTES


Los desayunos buffet son globalización pura y dura muy mal entendida. Desgraciadamente se desayuna prácticamente lo mismo a orillas del lago Balatón que mirando al Atlántico en Ericeira. Las particularidades nacionales, regionales o locales desaparecen cuando entramos al comedor de cualquier hotel. Es muy raro que el establecimiento decida diferenciarse con una oferta atractiva y sugerente que se inspire en las costumbres gastronómicas de la zona. No será por falta de posibilidades. Para mi la calidad viene determinada por el zumo de naranja y la abundancia de croissants decentes. Pocos son los hoteles que se atreven con los zumos naturales y en demasiados escasean los croissants, que no siempre se reponen con celeridad.

En algunos hoteles españoles he encontrado tortillas de patata y churros, pero la gran mayoría prefiere ofrecer un producto clónico que nos aisla del entorno y nos transporta a un universo inidentificable. Los buffets copian de un modelo anglosajón sin plantearse una regionalización que considero necesaria. Ya va siendo hora de que se incorporen los pintxos vascos, los sobaos pasiegos, los frixuelos asturianos o las mantecadas de Astorga, por citar algunos de los alimentos emblemáticos que más gustan al público. Un caso chocante es el de Portugal, cuyos habitantes desayunan cosas riquísimas en cualquier cafetería, desde hojaldres de carne a empanadillas de gambas o pasteles de nata, algo que no se halla ni en los mejores hoteles. No es normal que una confitería gane por goleada a hoteles de cuatro y cinco estrellas ni que los hoteles ignoren que a pocos metros de su recepción el desayuno se convierta en todo un pantagruélico brunch por menos de diez euros, incluyendo café expreso de alta calidad, zumos recién exprimidos, bocadillos de carne y tartas de diseño.

En Inglaterra el desayuno sí es más bien autóctono, aunque el llamado full English breakfast vaya en regresión. Francia siempre mantiene buena nota en el tema del pan y la bollería, mientras que Alemania hace especial hincapié en lo salado por encima de lo dulce.
Uno de los desayunos que marcan la diferencia es el del hotel Barceló Nervión de Bilbao donde el comedor es todo un espectáculo y la gente se tira una hora relajadamente para su primera colación del día.

En los establecimientos humildes no está la cosa como para exigir lujos pero de cuatro estrellas hacia arriba el nivel debería ir mejorando porque el público empieza a cansarse de mediocridad en la calidad y también en la variedad.

Mientras tanto, fuera del hotel el dinero cunde más y la variedad es superior. Una reciente experiencia en Vitoria me mostró que se puede quedar muy bien por dos euros y medio. Un croissant recién hecho, un café con crema y un zumito de naranja natural son un regalo a ese precio. Tomar varios pinchos de lujo con vino o cerveza y café en la zona de Lakua no llega a los diez euros y eso supera de largo a cualquier desayuno de hotel, con sus cafés largos y aguados, con zumos imprevisibles y grandes cantidades de productos baratos y poco apetecibles que más bien decoran.

Agradeceré a los lectores que me comenten si han encontrado últimamente algún buen desayuno de hotel. Siempre busco los hoteles que lo incluyan en el precio porque pagarlo aparte me parece un atrevimiento, teniendo en cuenta lo que se recibe a cambio.
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HOTEL RECOMENDADO EN PRAGA.

Son muchos los lectores que me preguntan por hoteles en tal o cual sitio y uno no siempre sabe si acertará con la recomendación, porque es muy arriesgado el intento de saber si algo que a mi me ha gustado puede satisfacer a los demás.

En el caso de Praga la cosa me parece sencilla. En el centro puro de la ciudad tenemos muy buenos hoteles caros y en la periferia de las inmediaciones del extrarradio de las afueras los hay bastante correctos y asequibles. Lo ideal sería un término medio y para eso está el hotel Akcent, ubicado a tres paradas de metro (y con la salida de la estación a la puerta del hotel) del puñetero cogollo de la ciudad, que también es la zona más cara. La parada de metro es Andel y por ahí los precios están mucho más bajos para todo; además hay un centro comercial con Carrefour para lo que haga falta y montones de cafeterías y restaurantes a precios moderados. Por lo demás, la seguridad ciudadana está a prueba de bomba.

El hotel en sí es un establecimiento moderno y ubicado en la séptima planta de un edificio renovado. Las habitaciones son muy grandes y el precio desafía toda competencia. El desayuno es correcto aunque los amantes de lo dulce no encontrarán nada interesante. Lo mejor de todo es el restaurante, donde podemos comer hasta solomillos de ternera presentados como en los mejores restaurantes de París por menos de diez euros. Digamos que se come de cine y esto lo escribe un asturiano bastante exigente. Los platos de pasta y las ensaladas son muy baratos y los postres, aunque escasos en variedad, son toda una bomba calórica. Una vez vistos los precios del centro histórico volveremos a comer y cenar en el hotel por motivos obvios. Normalmente ahorro mucho en comida en ciertos viajes pero aquí he aprovechado porque no es habitual comer tan bien en un restaurante de hotel. Eso sí, el personal no es precisamente la alegría de la huerta y siempre te preguntan primero qué vas a beber antes de tomar nota de la comida, más que nada por la costumbre local de empezar bebiendo y una vez acabada la consumición pedir los platos, cosa que a mi me incordia sobremanera. Que te intenten engañar con la cuenta en Praga es muy corriente y en cambio en el hotel Akcent no.

Volviendo a lo del hotel en sí, pues se trata de un tres estrellas muy aceptable y bien situado para moverse en transporte público, que es eficiente y regalado. Ojo porque si a usted no le importa gastarse más de 100 euros por habitación y noche le sobran sitios para ir y la recomendación está pensada para los que quieren obtener algo muy bueno gastando lo menos posible. Concretamente se trata de conseguirlo por unos 50 euros a través de este enlace, más barato que en la propia web del hotel.

Y para los que quieran algo entre 50 y 100 euros, con un toque fashion e instalaciones sorprendentes tengo también recomendado el Hotel Angelo, muy cerca del Akcent.

Este verano los precios andan muy bajos en Praga y eso es bueno para el turista. Como ciudad es una cocada y salvando el frío carácter local, hay que pasar una vez en la vida por ahí.
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¿COLCHA O FUNDA NÓRDICA?



Tranquilidad, que no vamos a divagar sobre lencería de cama. Sólo advertir a los viajeros sobre algunas particularidades de la hotelería europea. En países anglosajones y en general en todo el centro y el Este de Europa las camas de los hoteles no tienen la composición a la que estamos acostumbrados en las tierras del aceite y el sol. Es decir, que la cama no lleva una sábana y una colcha a la que podemos añadir una manta, sino que símplemente se compone de sábana bajera y funda nórdica por encima, de modo que hacer la cama debe resultar muy fácil para las camareras de piso.

A la mayor parte de españoles nos parece algo incordioso porque nos impide abrigarnos con la sábana sólamente, sábana y manta, sábana y colcha o todo a la vez, en función del calor o el frío que tengamos. Por lo que me comentan algunos alemanes, ellos suelen enroscarse en la nórdica. A mi me molesta porque si la subo para tapar la barbilla destapo los pies. Y eso es lo que nos encontraremos casi como norma general en sitios como Alemania, Chequia, Austria, etc. Por lo menos aquí advertimos y así la sorpresa se verá amortiguada. Para unos puede ser una gozada y para otros un rollo. Es tan típico como la moqueta en Inglaterra o los colchones de látex en Francia.
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NO TE BAÑES EN EL HOTEL. MEJOR TE DUCHAS.


No creo en el calentamiento global ni tampoco admito que los humanos influyamos en el cambio climático pero sí considero que el sentido común debe imperar. Tanto en casa como en el hotel recomiendo ducharse en lugar de llenar la bañera hasta arriba para retozar. El gasto de agua y de combustible es mucho más elevado si preferimos el baño y la situación no está como para derrochar precisamente.

Los hoteles suelen aplicar la picardía de colocar tapones de bañera que no encajen o bien símplemente hacer que se pierdan para que el cliente no pueda gastar ingentes cantidades de agua y de energía. Lo ideal es colocar aireadores de modo que el agua salga mezclada con aire. Lo mejor son las griferías termostáticas capaces de regular la temperatura para que no nos escaldemos ni tengamos que andar haciendo cálculos para obtener un caudal y una temperatura convenientes. Y conviene cerrar el agua mientras nos enjabonamos.

Cuando estemos pagando toda una pasta por habitaciones de lujo con bañera de hidromasaje ya podemos soltarnos un poco más la melena, que para eso lo pagamos, pero como norma general el mundo será un sitio mucho mejor si ahorramos agua y energía durante los viajes.
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BANDEJA DE CORTESÍA EN HOTELES


Esto que vemos en la foto es una bandeja de cortesía. La hay en todo establecimiento de alojamiento en Inglaterra (menos en Easyhotel, creo) y se compone de un calentador de agua, una tetera, dos tazas y dósis individuales de té y café, además de minienvases de crema de leche. También puede haber unas galletitas. En Francia siempre hay una en cada hotel Campanile.

La bandejita nos permite hacernos una infusión antes de acostarnos o tomar el café recién levantados por el módico precio de cero euros. Las ventajas son obvias. Pues bien, lo que tan corriente resulta en Inglaterra, en el resto del mundo es ciencia-ficción y no te la encuentras en casi ninguna parte, incluso pagando burradas. Ya sé que hay algunos sitios tan finos que te ponen una cafetera Nespresso en cada habitación, pero este blog es para gente normal a la que le gustan los detalles gratis. A ver si se extiende la costumbre por otros lares. Suelo recomendar a los hosteleros que tomen nota pero se hacen los suecos.No hay más que ver que se gastan fortunas en pantallas de plasma pero racanean en ponerte una humilde radio...
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SE ACABÓ EL PASAR CALOR EN LAS HABITACIONES DE LOS HOTELES DURANTE EL INVIERNO.

Pues sí, amigos, ya no volveremos a abrir las ventanas durante un día de helada para liberar el asfixiante calor de la habitación. Ahora abriremos el armario a ver si hay una manta con la que abrigarnos. Las políticas de ahorro que ha traído la crisis promueven estrategias de reducción de costes a lo bestia. Lo pagan los clientes, por supuesto.

De acuerdo en que había situaciones muy molestas en hoteles cuyas habitaciones parecían saunas y en los que la apertura de ventana proporcionaba una terrible entrada de ruidos.

Lo ideal es el uso de las bombas de calor individuales, utilizables indistintamente como aire acondicionado o calefacción. pero en hoteles con calefacción central, o está encendida o apagada. Con una ocupación elevada el gasto de calentar los dormitorios se amortiza, pero con pocos huéspedes sale lo comido por lo servido.

No hace mucho que tuve que solicitar el encendido de la calefacción en un hotel de cuatro estrellas. La temperatura exterior no superaba los cuatro grados y la habitación estaba fría porque las camareras de piso habían dejado la ventana abierta para que se ventilara. Mi argumento fue que uno reserva un hotel para estar agusto y no para sufrir incomodidades.

Es normal que haya un horario de encedido de calefacción pero no que sea demasiado reducido. Si a esto añadimos el hecho de que hay clientes acostumbrados a temperaturas elevadas en su tierra y sufren fuera de su zona de residencia, la insatisfacción está servida.

A mi me ha pasado también lo contrario en Canarias, donde los locales aguantan el sol mucho mejor que yo y echo de menos el aire acondicionado en todos lados. que para eso vivo en Asturias, una de esas regiones con climatizador de serie.

Lo mejor en caso de frío es rellenar una hoja de reclamaciones cuando volvamos a casa, sin montar numeritos en el hotel. Ojo con la mala leche que los hay que se han cabreado porque según ellos pasaban frío a finales de agosto.

Uno tiene derecho a no pasar frío y a que no abusen de él. 
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¿ADIÓS A LA COLCHA?

Los hoteleros agarrados y atrapados por la crisis han encontrado una solución para ahorrar en lavandería y ganar tiempo en la preparación de las habitaciones. No son pocos los hoteles que ya no ofrecen colchas en sus dormitorios. Una sábana y arreando. Ni siquiera una funda nórdica. Si tienes frío añades una manta, suponiendo que la haya.

Teniendo en cuenta que muchas colchas de hoteles se lavan poco o nada, casi es una garantía sanitaria, pero no resulta solución adecuada para la comodidad del alojado. Una vez que nos dormimos el cuerpo necesita algo más de calor que cuando estamos despiertos. Todo esto es mala noticia para los aficionados a la buena calidad. Si te estorba la colcha, siempre la puedes apartar, pero si no la tienes y la echas en falta, no hay ninguna ley que obligue al hotelero a proporcionarla. Mira que pueden ser baratas, lavables en lavadora y elegantes a la par, pero su supresión durante largas temporadas produce un considerable ahorro en la cuenta de gastos del hotel a la par que cierto cabreo en quienes pensamos que un hotel de cuatro estrellas debería tener un poco más de nivel y ser menos roñoso.


Espero no estar dando ideas a los hoteleros y animo a los clientes a que critiquen el hecho cuando se les pida su opinión desde el portal de reservas que hayan usado para contratar su estancia.
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AVANCES EN LA SEGURIDAD DE LOS HOTELES. EL CASO DE MARINA D'OR.

Lo de las tarjetas para acceder a las habitaciones ya está muy visto; incluso las hay sin contacto, pero el caso que voy a comentar supone un interesante avance en seguridad para los clientes de un hotel.

Ya había visto algo similar en un hotel de Cracovia en el cual había que introducir la tarjeta para utilizar el ascensor; la idea no era mala del todo pero lo que he visto recientemente en el hotel de cinco estrellas de Marina D'Or en Oropesa (Castellón) supera todas las expectativas.

El acceso a la zona de ascensores se realiza mediante el uso de la misma tarjeta que abre la puerta de la habitación, sin necesidad de introducirla y con solo acercarla a un sensor. Una vez en la planta deseada y fuera del ascensor, el acceso al pasillo se hace del mismo modo. De este modo se garantiza una seguridad fuera de lo normal y que algún día será la norma en los hoteles del tercer milenio.

En hoteles vacacionales altamente frecuentados y con un gran número de clientes que entra y salen, suben y bajan, no es sencillo que el personal pueda controlar a todas las personas que pululan por la recepción y los pasillos. Con el sistema implantado en este hotel tenemos muy claro desde el principio que nadie ajeno al hotel va a introducirse en las habitaciones. El sistema proporciona tranquilidad al huésped y va en consonancia con el clima de seguridad que se respira en todo el complejo. Para el recorrido inverso basta pulsar un botón y las puertas se abren, sin necesidad de tarjeta.

Para entrar al comedor también se usa un control que impide el acceso de personas no autorizadas, en este caso sin la tarjeta magnética y usando el soporte de cartón en el que te entregan la llave de la habitación. El personal te escanea la tarjeta para verificar que estás alojado en el hotel.

Por supuesto que la misma tarjeta te permite acceder directamente al balneario del hotel, gratuito para clientes alojados. La tarjeta te abre muchas puertas y se las cierra a los que no deben pasar por ellas.

Ahora estos avances parecen la gran novedad y sin embargo algún día serán la norma. 
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EL EXTRAORDINARIO EFECTO DEL DESAYUNO GRATIS.

Dicen los sabios que no existen las comidas auténticamente gratis, ya que siempre hay que dar algo a cambio. Puede ser. Lo cierto es que en el mundo del alojamiento hay pocas cosas tan irresistibles como un desayuno gratuito o por lo menos incluido en el precio. En según qué países lo hay que pagar aparte en un 99% de ocasiones, tal es el caso de los USA o Francia. Únicamente el Reino Unido e Italia destacan por ofrecer gratuitamente la primera comida del día.

Lo de tener que pagar por desayunar no debería ser un problema grave pero en demasiados casos los hoteleros se aprovechan más de la cuenta y proponen tarifas disuasorias, más elevadas de la cuenta, con el buffet como única opción y la cafetería cerrada en el horario coincidente, de modo que si únicamente quieres un café, un zumo y un croissant, tienes que pagar diez o más euros sí o sí. Eso ya es pasarse varios pueblos y la mayoría de los mortales acaba sin desayunar o en un cafetería cercana. que se forra gracias a que en el hotel únicamente desayunan aquellos a los que la estancia se la paga la empresa. No se puede cobrar por un desayuno más que por una comida.

Recientemente pernocté en el hotel Globales de los Reyes, al norte de Madrid. Podía escoger otros hoteles de la zona pero allí me encontré con tres ventajas imbatibles. Primeramente me descontaban un 15% por hacer la reserva en el sitio web del hotel, lo que me hacía innecesario acudir a centrales de reservas. Además me regalaban la noche de garaje, que tenía un coste normal de seis euros. Finalmente. el desayuno estaba incluido en la tarifa, así que no tendría que salir a la calle para empezar bien el día. Todo ello salía por 40 euros la noche la habitación doble y es muy complicado de superar; ellos ganaron dinero y yo también. Había una oferta interesante en un AC próximo y ya iba a reservar pero pillé un cabreo indecente porque el precio ofertado se incrementaba con el IVA en el último paso de la reserva.

En España no es que se desayune muy bien que digamos. Normalmente ofrecemos productos clónicos de todos los hoteles internacionales, con los fiambres y el queso en lonchas, que muy poca gente come en casa, bollería no demasiado lograda y cafés generalmente infumables que pueden arruinar la mañana e incluso favorecer las dietas de adelgazamiento por su poder laxante. De los zumos mejor ya ni hablamos. Sí hay hoteles que brillan por su desayuno pero son los menos y hay que pagar en consonancia. Desgraciadamente los productos regionales brillan por su ausencia y se desayuna casi lo mismo en Amsterdam que en Almería.

El caso es que los clientes somos capaces de aceptar una reducción de confort a cambio de un desayuno gratis. Incluso estamos dispuestos a pagar lo mismo por un hotel de tres estrellas que por uno de cuatro si nos regalan el desayuno. Últimamente se han moderado un poco las tarifas por la consabida crisis, pero no es nada raro encontrar desayunos a quince euros cuando por ese precio puedes tomar café Jamaica Blue Mountain, zumo natural recién exprimido y croissants de confitería o trenza de Huesca, incluso pinchos de jamón ibérico.

Los hoteleros siguen sin enterarse y pretenden cobrar el desayuno a precios gamberros que enemistan al cliente con el establecimiento. Tampoco hace falta que lo regalen y casi nos conformaríamos con que lo cobraran al atractivo precio de cinco euros. Los pocos pioneros que se enrollan un poco y se evitan el gasto del camarero que toma nota de tu número de habitación se verán recompensados a largo plazo con la fidelidad del cliente, que es algo mucho más serio que la acumulación de puntitos en una tarjeta.

Lo malo de que los desayunos se vayan haciendo gratuitos es que luego habrá clientes que pretendan una reducción por no tomarlo y también hoteles con tarifas más bajas a cambio de no dar desayuno, con lo que volveríamos a la posición de inicio de la partida. La sociedad del bajo coste quiere que se cobre únicamente por lo consumido pero los hoteles pueden jugar con el desayuno para incrementar su ocupación y su rentabilidad.

Como doy mucha importancia a la calidad del café, suelo viajar con una cafetera Stracto y suelo desayunar en la habitación, con la ventaja de que lo puedo hacer en calzoncillos y fumando, cosas que no están muy bien vistas en el comedor.
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EL MISTERIOSO LENGUAJE SECRETO DE LOS HOTELES.

Me ha llevado años pero por fin tengo claro lo que quieren decir los hoteles en las descripciones que hacen de sí mismos. Se trata de un lenguaje secreto que requiere entendidos para descifrar las claves de los mensajes, todo un Código Da Vinci que encierra más misterios que la biblioteca del monasterio de la novela El nombre de la rosa de Umberto Eco.

Para uso y disfrute de los lectores de este blog, aquí va la primera parte, que no lo voy a contar todo de una vez. Que aproveche. Será de utilidad para comprender los mensajes que nos transmiten y que no siempre dicen lo que parecen.

Hotel céntrico: Aparcamiento difícil o imposible

Recién renovado: Renovado hace unos años y sólo parcialmente

Cerca del centro: Diez euros de taxi y un paseo de media hora hasta el centro.

En zona residencial: Donde Cristo perdió la alpargata

El hotel cuenta con garaje: Te vamos a clavar 15 euros en una plaza diminuta.

Acceso a internet: Acceso a internet de pago

Desayuno buffet: Aunque quieras sólo un café tendrás que pagar 12 euros

Aire acondicionado en zonas nobles: Habitaciones asfixiantes

El hotel dispone de 200 habitaciones: Te va a tocar la más lejana a la recepción

Cerca de la playa: No tan cerca de la playa

Restaurante para bodas y banquetes: Ruidos los fines de semana

Minibar: Precios de barra americana

Caja de seguridad: Caja de seguridad de pago

Canales internacionales de TV: Todos en lenguas que no entiendes.

Secador de cabello: Ideal para gente con muy poco cabello.

Servicio de habitaciones: Sandwiches a diez euros

Servicio de lavandería: Lavar la prenda cuesta más que comprarla

Hilo musical: Radio

Trato familiar: Poco profesional y en ropa de calle

Ascensor: Un sólo ascensor para tropecientas habitaciones

Teléfono: Llamadas a precio de móvil en horario punta

Aire acondicionado en habitaciones: Aire muy frío con garantía de catarro

Restaurante: Restaurante caro

Cama supletoria: Camastro de campamento de refugiados cuyo alquiler es más caro que la compra en cualquier hipermercado del mueble

Cinco estrellas: Cuatro estrellas o cuatro estrellas y media como mucho

Gran Hotel de..: Hotel muy antiguo

Espectaculares vistas: Nunca desde tu habitación

Habitaciones sencillas: Más bien de albergue que de hotel

Desayuno continental: Café con leche y pan.

Exclusivo: Injustificablemente caro.

Escritorio: Mesa

Gay friendly: Sonrisa forzada cuando dos tíos o tías duermen en la misma habitación, sean o no homosexuales, mientras que a las parejas heterosexuales les ponen los mismos morros de siempre.

Calefacción: Calor insoportable toda la noche que obliga a abrir la ventana durante una helada del quince.

Health club o fitness center: De pago aparte.

Horario de desayunos de 7 a 10 de la mañana. Sin croissants desde las 9.

Zumo de naranja: Cualquier cosa líquida de color naranja

Café: Cualquier cosa líquida y caliente de color negro

En el corazón financiero de la ciudad: Mogollón de oficinas y cero ambiente de noche.

Recepción 24 horas: Vigilante nocturno de 22:00 a 8:00

Bien comunicado: Lejos de todo y autopista al lado

Insonorizado: No llegan ruidos del exterior pero sí del interior.

Inmejorable ubicación: Ubicación mejorable.

Habitaciones totalmente equipadas: Falta enchufe para el móvil


Prometo seguir publicando sobre el tema y agradeceré cualquier aportación de los lectores que añadan comentarios.
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DESAYUNOS DE HOTEL A PRECIO DE CENA.


Que quede muy claro que este artículo trata sobre los desayunos que se pagan aparte del precio de la habitación. No estamos hablando de habitaciones con desayuno incluido. Sería curioso ver cuánto podría bajar el precio si descontaran el precio de esa primera comida del día. Lo digo porque sistemáticamente busco hoteles que lo incluyan para no incrementar el coste de la estancia.

Me resulta inaceptable que me facturen por un desayuno más de lo que cuesta comer de menú a pocos metros del hotel. Hoy en día no es nada raro que nos pidan entre 10 o 15 euros por un buffet que a lo mejor no necesitamos cuando nos bastaría con un café y un croissant.

Pero por lo visto hay que sujetarse a lo que diga el hotel, que para eso son los dueños y tienen sus políticas. Si nos lo paga la empresa no hay problema en consumir pero si tenemos que rascarnos el bolsillo, la cosa es muy diferente. Ello explica que a escasa distancia de cualquier hotel prosperen las cafeterías donde uno puede tomar lo que quiera y pagar sólo por lo que consume. Ya se sabe que en los buffets de desayuno hay de todo aunque no siempre de buena calidad y encima lo que más flojea es el café, por no citar el "zumo" de naranja.

Mi experiencia al respecto es desoladora en cuanto a España. Antes de decidir si desayuno en el hotel o no echo una ojeada al buffet y pregunto el precio, que suelen esconderlo bastante. Pocas veces he decidido dejarme la pasta en un buffet. Uno de los sitios donde se lucen es el Hotel Barceló Nervión de Bilbao. Ahí no sólo hay calidad y cantidad sino buen servicio y una variedad que permite desayunar en plan "brunch" con lo que uno queda servido para todo el día.

Normalmente no hay que caminar mucho para encontrar un local donde te topas con gran cantidad de clientes del hotel que tampoco quieren arruinarse con el desayuno. En ciertos casos tienes hasta una variedad de pinchos espectacular e incluso gastando lo mismo que en el buffet uno sale atiborrado de exquisiteces.

En el caso de Francia la cosa es distinta porque las tarifas del desayuno son ostensiblemente más bajas que en España para la misma categoría en estrellas. En el país vecino encontraremos croissants suministrados por una panadería seleccionada y aunque los zumos sean industriales, exhiben la marca del proveedor, caso de Minute Maid. En los hoteles supereconómicos franceses se paga sobre 6 euros y aunque la mercancía no va muy allá, es suficiente para empezar el día.

Sobre este asunto ya he escrito un par de artículos destinados a hosteleros y que se pueden leer en http://www.hotelyrestaurante.com Inicialmente van destinados a propietarios de hoteles y lo que pretenden es acercarles el punto de vista de la clientela a ver si toman nota, pero pueden interesar a cualquier lector.
Lo más gracioso es que cerca de los hoteles urbanos europeos siempre hay un McDonalds, cuyos menús de desayuno son aceptables y sobre todo muy asequibles. En Inglaterra lo del desayuno inglés completo va perdiendo fuerza y cada año hay más hoteles que lo cobran aparte, pero sobran opciones fuera.
Algunas veces uno se lleva agradables sorpresas como en el Hotel Cortes de León, donde aparecen platos tan ibéricos como la tortilla de patata o los churros, lo que es muy de agradecer. Y por cierto que en esto de los desayunos los hoteles rurales baten de largo al resto, más que nada porque para pocos clientes uno se esfuerza más. Lo ideal sería que los desayunos reflejasen la cocina local, con sobaos y corbatas en Cantabria, tortos , frixuelos y casadiellas en Asturias, etc, pero desgraciadamente parecen iguales los desayunos en Logroño que en Milán. Después de todo, el desayuno es la última impresión que un cliente se lleva de un hotel y no se le puede decepcionar después de un derroche en decoración y lujos.

Da igual que el desayuno sea una maravilla. 17 euros es una cifra desproporcionada siempre, a no ser que nos sobre el dinero.

Como anécdota final comentaré el caso de jubilados que se levantan para desayunar a las 7 de la mañana, hacen su paseo hasta las 10 y luego vuelven a desayunar. Como va incluido, hay que aprovechar.
Mi recomendación es evitar los desayunos en el hotel cuando el precio sea excesivo y hacer constar la crítica en el formulario de sugerencias.
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SÁBANAS DE VIAJE PARA OBSESOS DE LA LIMPIEZA


Una vez estuve en un bed&breakfast de la ciudad de Plymouth donde me hubiera hecho falta algo así, porque la cama era una auténtica guarrada y tuve que irme a un hotel decente en medio de la noche. No creo que en España vaya a tener mucho éxito algo así pero se trata de un producto diseñado para los más tiquismiquis de la higiene que desconfían de la limpieza de las sábanas de un alojamiento y se llevan las suyas desde casa. El producto está hecho de poliester y ocupa muy poquito; por supuesto que se puede lavar y complementaría a los sacos de dormir. Más información en http://www.travelfresh.com/. Todo por menos de 20 euros. El material es poliester.

También podemos ir a un gran almacén low cost tipo Primark y adquirir las sábanas seguramente más baratas, pero no es exactamente lo mismo.
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¿MERECE LA PENA PAGAR POR USAR UN ALBORNOZ EN EL HOTEL?



Después de haber pernoctado en varios hoteles que me ofrecían gratuitamente suntuosos albornoces en el baño, es un poco latoso pasar a otros alojamientos donde lo único que hay para secarse son toallas más o menos grandes y suaves. No es lo mismo.

Si voy a pasar unos días a un apartamento me llevo el albornoz de casa y así me seco plácidamente tras la ducha, pero cuando estoy en ruta por diferentes hoteles es poco conveniente cargar con él y más aún si voy en avión.

Por eso considero que los hoteles deberían ofrecer al viajero la posibilidad de disfrutar de un albornoz en alquiler, al precio de lo que cueste su lavado, con un pequeño beneficio para compensar la compra y ganar algo de dinero. Probablemente con cinco euros por alquiler y no por noche sería suficiente para que el cliente tenga a su alcance un pequeño lujo y el hotel no pierda dinero con la operación, amén de mejorar su imagen.

Normalmente en los hoteles de cinco estrellas se supone que tendremos albornoz en el baño, pero de cuatro estrellas para abajo se ve poco o nada. Por cierto que los hay desechables y todo, con un coste para el hotelero entre dos y cuatro euros, que se podrían vender a 5 y ganando dinero sin preocuparse por los robos; por cierto que en muchos hoteles se advierte al cliente que el albornoz no es una gratuidad sino que pertenece al hotel y está disponible para su venta.

¿Cuanto pagarías por usar un albornoz en el hotel?
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EL PAPEL HIGIÉNICO DE LOS HOTELES


Que conste que lo de la foto es la versión hipermegafashion total del papel higiénico a cargo de la empresa portuguesa renova. Ahora tienen toda una línea con glamour para las necesidades más humanas. Colores y texturas se dan la mano para convertir un artículo tan mundano en un objeto del deseo e incluso ideal para regalar. Manda narices.

Aunque cueste creerlo hay viajeros que se llevan su propio papel higiénico de casa cuando van a un hotel. Verídico y real como la vida misma. Ya se sabe que hay gente para todo pero el caso es que los que están acostumbrados a los papeles de tres y cuatro capas llevan muy mal el contacto de sus posaderas con cualquier cosa, que les resulta molesta. También es cierto que en los hoteles la diferencia de estrellas no garantiza que el papel vaya subiendo de calidad conforme nos acercamos a la máxima categoría. Del de los bares, cafeterías y restaurantes mejor no hablar. Tampoco podemos olvidar que misteriosamente se sustraen cada día miles de estos rollos en establecimientos de hostelería de todo tipo. Algo debe tener el papel higiénico para ser tan codiciado por unos y valorado por otros. Los que crecimos con el papel del elefante estamos a prueba de bomba y cuando aparecieron los primeros papeles blanditos tuvimos problemas para acostumbrarnos. Ahora nuestros culos se merecen lo mejor y tampoco me extraña que haya quien se lleve su propio suministro.
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HABITACIONES CON TERRAZA. NO SIEMPRE HAY MESA NI SILLAS.

Desgraciadamente en un buen número hoteles pasa lo que voy a comentar. Llegas a la habitación, descubres que tiene terraza  y decides salir a ella para descubrir que resulta completamente inútil porque falta mobiliario o se encuentra inservible.

He visto terrazas vacías e inútiles, con evidente suciedad; también las he encontrado con una sola silla, mesa sin sillas, sillas sin mesa e incluso con todo ello pero tan puerco que no se puede usar, de modo que he tenido que meter sillas y mesa en la ducha para luego pasar una esponja y quitar toda la roña con el fin de usar ese mobiliario a mi gusto. Si te vas a quedar una semana siempre puedes pedir en recepción que las cosas estén como deben, pero igual te contestan que no hay esa posibilidad porque sencillamente ya no les quedan sillas o mesas. En una estancia de una noche te jorobas y punto. Me temo que las camareras de piso no suelen ocuparse gran cosa de las terrazas en los hoteles a no ser que sean estrictamente vacacionales. Las terrazas están expuestas a la intemperie y el polvo se acumula con facilidad, de modo que a veces no puedes ni apoyarte en la barandilla. En algunos apartamentos turísticos he tenido que fregarlas yo.

Por lo visto no puedes rellenar una hoja de reclamaciones sobre este tema porque el hotel no tiene obligación de proporcionar ese mobiliario. Otra cosa es que el hotel quiera ofrecer calidad a sus clientes y cuidar los detalles. Lo mejor es reflejar el hecho en sus opiniones sobre estancias al rellenar los cuestionarios de satisfacción de las centrales de reservas.
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