¿PARA CUÁNDO UN SECADOR DE CUERPO EN LOS HOTELES?

Pues eso, que ya va siendo hora de que los hoteles vayan por delante de nuevo e incorporen a sus instalaciones los secadores de cuerpo, mucho más allá de las muy tradicionales toallas y el secador de pelo de toda la vida.

La dicha es mucha en la ducha y por supuesto que mojar resulta mucho más sencillo que secarse. Si ya hay una máquina que lava y seca coches, no estaría de más que hubiera una adaptada a los baños para secar personas.

El aparato en cuestión ya está inventado y es el que se ve en la foto, con una estética muy poco atractiva y que obviamente recuerda a la de una cisterna tradicional, lo cual seguro que se puede mejorar. Por lo visto el precio supera los mil euros de largo y eso disuade bastante, pero fijo que se puede hacer mejor y por menos dinero.

Recordemos que los hoteles siempre han sido pioneros en la instalación de sistemas de confort que la gente luego ha ido implantando en los domicilios. Podemos aguantarnos en casa sin aire acondicionado pero lo exigimos en un hotel; cambiamos las toallas semanalmente pero queremos que el hotel nos las ponga nuevecitas a diario.

A ver quién es el primero que se anima a instalar esos secadores de cuerpos en sus habitaciones. Fijo que tendría bastante éxito. Si hoy en día los dormitorios tienen cosas como el wifi, que parecen mágicas, no hay razón para no incorporar algo que produciría efectos muy agradables.

Inicialmente el secador de cuerpo está indicado para personas con minusvalías o que tengan problemas de piel. Lo malo de estos aparatejos es que tienen consumo energético y eso echa para atrás a los posibles interesados. No deja de ser como un secador de manos pero a lo grande.
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LA VENTANA DEL HOTEL

Hace unos años escribía yo artículos para una revista de Hostelería destinada a profesionales. Allí me pagaban mensualmente pero eso se acabó y ahora tengo que publicar aquí lo que se me ocurre a ver si le gusta a alguien.

Durante una estancia en el hotel Almenar de Las Rozas me volvió a la cabeza escribir sobre el tema de las ventanas en los hoteles. Resulta que las amplias habitaciones del hotel cuentan con unos ventanales no menos amplios y que proporcionan mucha luz en el dormitorio, pero son tan grandes que impiden un correcto aislamiento térmico. Una ventana en una habitación de hotel no tiene motivo para ser igual que la de una vivienda, ya que en el hotel principalmente vamos a dormir y no necesitamos que entre la luz por todos lados. En el invierno de Madrid un ventanal enorme sin persianas la pérdida de calor es evidente; me imagino que en verano pasará lo mismo pero al revés. No soy nada tiquismiquis con la entrada de luz por la ventana pero hay mucha gente que no soporta el menor rayo de sol. Lo ideal a la hora de construir un hotel es que las ventanas sean más bien pequeñas. Se ahorra dinero y se les hace un favor a los clientes. Otra cosa es que el hotelero venda habitaciones con vistas a una calle chula, a un paisaje precioso o simplemente al horizonte. Pero cuando las vistas son la fachada de enfrente o un polígono o la carretera nacional, mejor que la superficie acristalada sea la menor posible.

Capítulo aparte merecen las ventanas que no se pueden abrir y que pueden producir claustrofobia, además de una sensación de ventilación insuficiente, por bueno que sea el aire acondicionado.

En Francia he llegado a ver ventanas dobles, con hueco generoso motivado por el gran grosor de la pared. Imagino que ello contribuye a un aislamiento que garantice una mejor eficiencia energética.

Un conocido mío tiene un hotel con ventanales que van de techo a suelo y que provocan hasta vértigos en los alojados, que se encuentran incómodos ante la sensación de estar en el aire.

Por cierto que lo mejor es que las ventanas dispongan de persianas eléctricas para aislar del frío y del calor.

Agradeceré a los lectores del blog sus opiniones respecto del tema.
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¿TIENES DUDAS ENTRE DOS HOTELES?

Es muy normal que cuando buscamos hotel vayamos descartando establecimientos en función de los comentarios emitidos por clientes que lo han visitado anteriormente. Vamos a la caza de lo mejor al precio más conveniente y eso no siempre es tan sencillo. Detalles como las tarifas del parking, el desayuno o la gratuidad del wifi son fundamentales. Finalmente puede haber dos candidatos a ser elegidos por nosotros y las diferencias no están tan claras. Aquí van un par de consejillos al respecto; pueden ser muy útiles para acertar.

1. Observar en Tripadvisor si los responsables del hotel responden a las críticas de los usuarios. Hay que descartar de mano a los hoteles que no contestan o lo hacen de malas maneras. 

2, Eviar un correo electrónico al hotel con una consulta sobre las habitaciones. Podemos preguntar cualquier dato que no aparezca en la web, por ejemplo si los suelos son de parquet o si hay ducha en lugar de bañera. Recomiendo elegir siempre al hotel que antes conteste y si las respuestas son muy próximas en el tiempo, al que lo haga con más educación. Ojo porque hay hoteles que ni siquiera responden a los emails, o lo hacen tarde o mal.

 Así de fácil. Sin trampa ni cartón. Para qué voy a contar más si con todo lo anterior basta...
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