De un tiempo a esta parte me he encontrado con iniciativas de marketing que no me acaban de gustar nada. Concretamente estoy hablando de ofertas en las que se nos oculta el nombre del hotel hasta que hemos finalizado la reserva.
Lastminute.com anuncia hoteles "top secret" y Atrápalo.com los llama "hotel hallazgo". Sí se nos facilita una descripción del hotel y de sus servicios, pero no la ubicación exacta. A poco que nos esforcemos, no será complicado descubrir la identidad del hotel usando Google, pero resulta mosqueante que nos quieran ocultar el nombre del hotel. Las justificaciones que dan las agencias casi dan risa.
Me niego rotundamente a aceptar ese sistema de promoción y creo que va en detrimento de la credibilidad de un portal de viajes. Los precios no son necesariamente inmejorables. Probablemente no sea muy legal del todo ese sistema de venta.
Otra cosa es cuando aceptamos un precio a cambio de que la agencia nos asigne un hotel de cierta categoría en un destino concreto, cosa que se suele hacer para ir llenando hoteles y repartir la ocupación.
La clave es la transparencia y los usuarios no vamos a internet buscando oscurantismo. Allá ellos con sus políticas. Por mi parte, paso de sorpresas.
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