CUANTO MAYOR ES LA LLAVE, PEOR ES LA HABITACIÓN


Uno procura ir a hoteles modernos en los que la llave es una tarjeta y si la pierdes no pasa nada. Más de una vez me ha ocurrido que no me la han activado bien y he tenido que regresar a la recepción para corregir el problema. Los modelos más modernos ni siquiera exigen que se introduzca en una ranura y basta acercarla a la puerta para que se abra. Pero todavía quedan hoteles empeñados en mantener sus viejas puertas y utilizar llaves convencionales a las que se protege con enormes y pesados llaveros que impidan su sustracción. Naturalmente que volvemos al incordio de entregar la llave a cada salida y pedirla en cada entrada; eso es relativamente sencillo para un hotel con pocas habitaciones y muy complejo según va aumentando el número de dormitorios.

Si nos entregan una de esas llaves de toda la vida con macrollavero hay que ponerse en lo peor y suponer que lo que nos vamos a encontrar en el dormitorio es de la misma época, pero eso no lo sabremos hasta que nos atiendan en recepción. Rara vez tendremos buena suerte.

En muchos hoteles de Francia no hay tarjetas ni llaves, sino códigos que hay que teclear, que para eso son muy aficionados los franceses a eliminar personal y simplificar procedimientos a base de automatismos y claves. Normalmente la misma clave abre la puerta del recinto, la del edificio y la de la habitación.

Por cierto que los mejores hoteles son los que te dan dos llaves por habitación y así no tienes que andar llamando a la puerta para que te abra tu acompañante.
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¿ES RECOMENDABLE RESERVAR CON AIRBNB?

Nada mejor que una respuesta a la gallega, es decir, depende... Ojo porque en el mundo celta siempre hay una tríada en lugar de la confrontación de opuestos, de unos y ceros de la lógica tradicional.

Lo primero de todo es dejar claro que Airbnb es un portal de reservas que no ofrece hoteles sino alojamientos en manos de particulares, o sea, no profesionales del sector de la hotelería. El producto que se puede conseguir es una simple cama en un dormitorio compartido, o una casa completa pasando por las opciones de habitaciones independientes con baño privado o compartido, más o menos lo mismo que encontraremos en portales de reservas que venden habitaciones de albergue, pensiones y apartamentos, exceptuando a los hoteles.

Tras investigar bastante sobre el tema creo que la utilidad de Airbnb se concreta en los alquileres para grupos de tres o más personas, cuando la hotelería tradicional no consigue responder bien a las necesidades de los clientes. Hay familias con cinco hijos y tienen derecho a salir de vacaciones sin arruinarse.

Los precios hallados para habitaciones dobles con baño en domicilios particulares son en general poco o nada competitivos con la hotelería profesional, e incluso más caros. Además hay que tener en cuenta que en un hotel se puede llegar y salir a cualquier hora, disfrutando de un anonimato y una intimidad que rara vez se igualará en casa de un particular.

Otra cosa es que una familia decida pasar un período de una semana en un destino donde la oferta hotelera se limita a habitaciones de hotel y ni siquiera hay aparthoteles. La solución de las habitaciones cuádruples puede servir para una noche pero reservar dos habitaciones por noche es un poco incordioso, incluso cuando están comunicadas. En este caso las propuestas de Airbnb sí son atractivas porque se pueden reservar casas o pisos completos con tarifas diarias razonables y que permiten hacer uso de la cocina sin tener que pasar obligatoriamente por el restaurante. Considerando la situación de un turista español viajando por Europa, la adaptación a los horarios de la restauración es complicada y es entonces cuando la libertad de horarios permite cenar a las 11 de la noche en la cocina del apartamento con un coste reducido. En mis viajes por Francia reservo apartamentos de Adagio, Park & Suites, Appartcity, etc.

El buscador de Airbnb funciona muy bien y enseguida localiza propiedades en un destino concreto. El sistema de reserva obliga a pagar anticipadamente y el propietario cobra después de la estancia; suena práctico pero para los habituados a reservar con Booking y pagar a la salida, no es una opción agradable. 

Que conste que no me gusta ir a dormir a casa de nadie ni que nadie venga a dormir a mi casa, por lo que sistemáticamente desconfío de la pernoctación en un lugar donde también reside el propietario. Si se trata de un piso o casa independiente, quizás me anime, pero la oferta tendrá que ser muy buena y competitiva.

De momento no tengo experiencia propia con Airbnb pero tampoco me niego en redondo. Después de todo también hago reservas con Destinia en las que pago por anticipado. Si algo sale mal, parece más sencillo sacarlo a relucir en Tripadvisor o en las opiniones de Booking, cosa que tiene difícil solución cuando estás alquilando a un particular. Curiosamente no he encontrado ninguna opinión negativa en Airbnb, lo que ya me resulta algo sospechoso. O todos los alojamientos son maravillosos o los viajeros descontentos no expresan nunca su opinión.

Que quede claro que en Airbnb no hay chollos ni nada que se le parezca, sino precios más bien de mercado y que hay que hacer muchas comparaciones para elegir bien. Por supuesto que hay más riesgos de fallar que con la hotelería convencional pero también podemos encontrar alojamientos adecuados a necesidades viajeras no cubiertas por los hoteles.

A las asociaciones profesionales de hoteleros no les gusta nada Airbnb y seguro que se ponen manos a la obra para meter caña a los propietarios que no declaran los alquileres. Airbnb funcionará si hace las cosas bien y todo el mundo cumple con sus obligaciones fiscales, ya que una economía sin impuestos no es nada solidaria.

Por supuesto que no pongo el enlace, que no gano nada con ello. Eso sí, recomiendo tomar todas las precauciones posibles antes de hacer una reserva. Puede fallar, pero también fallan los hoteles...


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LEY NO ESCRITA NÚMERO UNO SOBRE HOTELES. EL HALL DEL HOTEL SIEMPRE ES MEJOR QUE TODO LO DEMÁS.


Ni siquiera con una entrada como la de la foto tenemos garantías absolutas de que las habitaciones vayan a tener el mismo nivel. El hall es siempre lo más lucido de cualquier hotel y no pocas veces tras un atractivo escaparate se ocultan las miserias. Así pues, si la recepción y el hall decepcionan, el resto puede ser terrible. No hay que fiarse de las apariencias. Frecuentemente las fachadas suntuosas esconden interiores penosos, sobre todo cuando se presume de la antigüedad del edificio o de su carácter histórico.
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¿PAGARÍAS POR RECIBIR TUS MALETAS EN EL HOTEL?


Hoy en día si viajas en avión tienes que decidir lo que haces con tu neceser. Si tienes prisa y quieres moverte sólo con equipaje de mano para evitar esperas en el aeropuerto deberás recurrir al lote de productos en envases con un límite de capacidad y presentados en un estuche transparente; puede ser conveniente aunque sufre de limitaciones; luego siempre puedes comprar más productos en destino (suponiendo que dispongas de tiempo para ello) o bien disfrutar de los productos de acogida del hotel, que en ocasiones son excelentes y cumplen perfectamente su cometido. La opción tradicional en viajes vacacionales consiste en meter el neceser dentro de una maleta que no podrá subir al avión como equipaje de mano. La mala suerte hace que a veces los geles y champús se derramen y pringuen la ropa. Lo de facturar una sola maleta en Ryanair ya cuesta 30 euros.

La empresa norteamericana Suitearrival tiene un interesante servicio que consiste en que les compras los productos que necesites y ellos se encargan de que se encuentren en tu habitación de hotel a tu llegada. Recomiendo echar una ojeada a la web, pues los precios son contenidísimos y lo único que encarece la propuesta son los gastos de envío. Aunque a lo mejor para ese viaje no hacen falta alforjas. Nosotros mismos podemos encargarnos de comprar lo que haga falta y enviarlo al hotel por correos o mensajería. Los que nos conformamos con un gel, un champú y desodorante nos apañamos como podemos pero hay gente que se cuida delicadamente y se lleva muchísimos cosméticos variados que ocupan bastante espacio en la maleta, que sufre bastantes golpes durante los viajes en la bodega del avión. Lo mismo es válido para las maletas. Mandar una maleta con 20 kilos de ropa al hotel sale por 15 euros si la enviamos por correos y con unos días de antelación, lo que nos evita cargar con ella, facturarla y esperarla.

Basta con planificar un poco el viaje para encontrarse mucho más despreocupado durante su desarrollo, sobre todo si viajamos en avión.
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PASILLOS DE HOTEL SIN AIRE ACONDICIONADO.


Disfrutar de una temperatura de 22 grados centígrados en una habitación de hotel es toda una bendición cuando en el exterior se sufren 38, sean secos o húmedos. Hoy en día los hoteles de zonas cálidas incorporan esa comodidad incluso en las categorías menos lujosas. No ocurre lo mismo en zonas frescas, donde una ola de calor puede abrasar a cualquiera en dormitorios de hoteles ubicados en comunidades autónomas que sólo exigen aire acondicionado en zonas nobles, por eso de que son cuatro días y no compensa.

Lo malo es cuando te alojas en hoteles con pretensiones elevadas y tienes que sufrir el ahorro de energía que supone la carencia de refrigeración en cualquier lugar que no sea la habitación.

Hoy me toca hablar de los pasillos sin ventilación ni aire acondicionado. Recientemente tuve que sufrir uno de ellos, bastante largo y en el cual la temperatura superaba notablemente la que había en el exterior del edificio. Los cien metros que separaban la puerta del ascensor de la habitación se convertían en una sauna capaz de arruinar la experiencia de la ducha.

Comprendo que los hoteleros quieran ahorrar pero deberán comprender que no se debe obsequiar a los huéspedes con sensaciones desagradables. Después de gastar una fortuna en televisores modernos y mobiliario fantástico, lo menos que uno espera es un chorro de calor aguardando a cada salida de la habitación.

Un caso curioso lo vi en el hotel Jardín Tropical de Tenerife, donde los pasillos están organizados de tal manera que siempre están en sombra o con corrientes de aire, de manera que no hace falta gastar energía para climatizar.

Comprendo que el aire acondicionado pueda faltar en hoteles de una o dos estrellas, pero cuando el hotel aspira a algo, se hace imprescindible que sus pasillos no sean un horno.
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POR FAVOR, NO MOLESTAR. DO NOT DISTURB.

Ya sé que la imagen no les va a gustar nada a esos fanáticos de la igualdad, pero responde bastante a la realidad. He visto pocos hombres como camareros de piso y menos mal que escasean, porque no es la pasión por los detalles y la limpieza lo que nos caracteriza a los hombres precisamente.

El caso es que en demasiadas ocasiones el personal de limpieza se toma su trabajo tan en serio que les toca sufrir a los clientes las molestias del ruido matinal. No es raro que nos abran la puerta de la habitación mientras estamos durmiendo o nos llamen a la puerta solo para saber si se puede entrar. La culpa la tenemos los clientes por no poner en la puerta el cartelito de no molestar, del cual nos olvidamos frecuentemente, tanto como para que haya hoteles que ya ni se preocupan en facilitar ese tipo de indicador a sus huéspedes. Particularmente me molestan las tertulias de los camareros de piso frente a mi puerta y me irrita sobremanera que entren en mi habitación mientras estoy dentro. Si se llama a la puerta y el cliente no responde, no es que se haya ido seguramente, sino que puede estar durmiendo plácidamente. No mola nada que te rompan la intimidad solo porque uno debe hacer su trabajo bien.

Esta problemática se da en todo tipo de hoteles y no es cuestión de estrellas. Por cierto que lo que más joroba es llegar a las tres de la tarde y no tener la habitación en condiciones; ahí se ve si hay problemas de personal y si una misma persona tiene que ocuparse de más de veinte dormitorios en una jornada.

Cuando uno está pagando cien euros por dormir no es de recibo que te metan prisa para levantarte...
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EL ESTADO TE VIGILA. CONTROL DE IDENTIDAD EN HOTELES.

Los que viajamos por España y Portugal nos sorprendemos en Francia y Alemania por la ausencia de necesidad de identificación para el alojamiento. En la península ibérica estuvimos bastantes años bajo regímenes autocráticos y el estado comprobaba meticulosamente si la pareja heterosexual alojada en un hotel estaba casada o no, mediante el libro de familia. Llevamos muchos años de Democracia ya pero los estados siguen controlando dónde duermes; ahora ya no les importa con quién lo haces pero la ley exige que el hotel registre los DNI de todos los clientes alojados, no valiendo eso de un solo carnet por habitación. En España todavía queda la excusa del terrorismo pero en Portugal no veo ninguna justificación y de todos modos el que quiera viajar y pernoctar anónimamente puede hacerlo en autocaravana o durmiendo en apartamentos de alquiler no hotelero.

Para los profesionales es un poco latoso tener que pasar contínuamente los datos a la policía, aunque el sistema se ha modernizado y ya no hay que llevar en mano las fichas a los cuarteles de la Guardia Civil. Eso sí, el estado sabe muy bien dónde te has alojado estos últimos años dentro del territorio nacional y a los extranjeros se les exige el pasaporte. En otros paises ni siquiera hay DNI, de modo que la gente recurre a su tarjeta de la seguridad social o a documentos de identificación algo cutres, consistentes en una cartulina con una foto grapada.

Me temo que hoy en día ya no tiene tanto sentido anotar los datos del cliente a no ser para denunciarlo por algo, en cuyo caso el hotel casi siempre tiene todas las de perder. Por mi parte no hay problema en que sepan quien soy, ya que no tengo nada que ocultar, pero los amantes de la privacidad absoluta quizás preferirían que las cosas fueran aquí como al norte de los Pirineos.
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RAREZAS EN HOTELES: AIRE ACONDICIONADO CENTRALIZADO.

Antiguamente eso del aire acondicionado no existía. Si hacía calor te jorobabas y punto. Si encima te tocaba una habitación abuhardillada la cosa podía ser una auténtica tortura. Pero llegó la modernidad y las cosas cambiaron para siempre. Debía tener yo unos 10 años cuando entré por primera vez en un establecimiento hostelero con el lujo asiático del aire acondicionado; creo que fue en Medina de Rioseco y salí de aquella cafetería con un resfriado descomunal. Supongo que me pasó como a una amiga que llegó a Caracas y durante la primera noche de hotel abusó del aire fresco tanto como para pasar una semana afónica. Para los que somos cantábricos el uso del aire acondicionado en la vida cotidiana se reduce al coche y a los viajes fuera de la zona donde vivimos. Lo complicado es acostumbrarse. En lugares donde se hace inevitable, el personal controla de maravilla y prefiere enfriar primero el dormitorio antes de irse a dormir para desconectar el aparatito durante la noche o programarlo para que se apague a una determinada hora. No es sencillo adaptarse a los cambios de temperatura y por la noche el cuerpo pide un extra de calor.

A lo que vamos. Existen hoteles en España donde la regulación del aire acondicionado no es individual sino centralizada, como ocurre con las tradicionales calefacciones centrales. Inicialmente no parece una buena idea porque se pierde independencia, pero sin embargo la cosa funciona mejor de lo que parece. Por una parte el interior del hotel se refresca con un menor gasto energético, ya que es más sencillo mantener los 22 grados que bajar desde 35 hasta una temperatura aceptable. Por otro lado todas las habitaciones se hallan a la misma temperatura y ya sabemos que si las de al lado están vacías, la refrigeración se complica. Experimenté el sistema en un hotel cercano a Barajas y en otro de Cáceres con resultados muy paradójicos. Pensaba que se trataba de una antigualla pero quedé bastante convencido. Se logra una temperatura conveniente para el cuerpo humano sin recurrir a vientos polares.

Que conste que también es muy importante que los pasillos disfruten del mismo confort que los dormitorios y que la salida de la habitación no implique un golpe de calor. Ojo porque he estado en pasillos de cinco estrellas donde la temperatura subía de 45º y eso no se lo deseo a nadie.

Pues sí, curiosamente el aire acondicionado centralizado no es una chapuza sino una solución eficiente desde el punto de vista energético y del confort.
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DESAMUEBLAR ES LA NUEVA TENDENCIA EN HABITACIONES DE HOTEL

Alucina vecina porque los tiempos son tan chungos que algunos hoteleros han dado con una solución de emergencia para ahorrar en personal y en productos de limpieza. Principalmente la cosa consiste en desamueblar el hotel, empezando por la recepción. siguiendo por los pasillos y acabando por las habitaciones.

Eso ya lo hice yo en un apartamento cuando lo puse en alquiler y quería que pareciera más grande, pero el resultado en un hotel tiene resultados aterradores. Adiós a las plantas naturales o artificiales y a todo objeto decorativo que requiera el paso del plumero o la bayeta. Se acabaron los muebles decorativos y los cuadros en pasillos o zonas comunes. Ahora lo que hay es espacio, mucho más espacio, absolutamente inútil e inservible pero ya no se rompe ni se deteriora nada.

No creeríais cosas que he visto. Áreas llenas de mesas sin sillas donde anteriormente había ordenadores con acceso a internet, por ejemplo; camas sin mesilla de noche y pasillos o descansillos que en su tiempo estaban decorados y ahora parecen más propios de un albergue o un hospital.

Y lo gordo es que el desamueblamiento no garantiza mejor limpieza siquiera, porque cada vez hay menos camareras de pisos en los hoteles y las pocas que tienen la suerte de trabajar lo hacen durante muchas horas, de forma que ni así se acaba de tener listos los dormitorios antes de la hora de comer. Ojito porque no hablo de todos los hoteles sino de algunos que se están pasando de listos, que te ponen un único punto de luz en el centro del cabecero de la cama en lugar de uno a cada lado. De estas cosas saben un rato los de la hostelería supereconómica pero por lo menos no te venden lujos sino un producto del que ya sabes las características.

Espero no dar ideas a hoteleros desaprensivos. Ojalá que los clientes divulguen la situación si es que se la encuentran durante sus estancias.
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MIS OPINIONES SOBRE SECRET ESCAPES. ¿DE VERDAD OFRECEN CHOLLOS?

Secretescapes se anuncia en televisión y obviamente siempre se le puede dar una oportunidad a ver qué ofrece. Los clientes buscamos el mejor precio y las gangas siempre son bienvenidas.

Inicialmente la oferta no es muy variada que digamos. Se ponen a la venta habitaciones en una selección de hoteles de calidad a precios ligeramente más convenientes que en la web oficial del hotel y que en otros portales de reserva. Incluso si el precio es muy aproximado al oficial, suelen incluirse extras de cortesía, como el desayuno o un acceso al spa, para marcar la diferencia y aportar ventajas al consumidor.

Lo normal es que las tarifas se auncien con los precios más bajos posibles, que no siempre están disponibles en todas las fechas. Lo más frecuente es que el hotel exija una estancia mínima de dos noches, lo que mejora su rentabilidad respecto de una única noche.

Ahora bien, no hay mucho donde escoger y generalmente te tienes que ceñir a lo que te ofrezcan, que si coincide justo con lo que te gusta, mejor que mejor.

Lo bueno es que sí puedes reservar y elegir fechas de antemano, puesto que no estamos comprando un bono para canjear una estancia sino que estamos haciendo una reserva en firme.

Para ver los precios hay que darse de alta y luego nos van mandando ofertas puntuales por correo electrónico.

Lo que no me acaba de convencer es que en la sección de contacto únicamente aparece un número de teléfono y no una dirección postal. Supongo que nos hallamos ante un intermediario que debería identificarse adecuadamente.

En cuanto a que ofrezcan hoteles de lujo a precios con gran rebaja, pues más bien no. Lo bueno hay que pagarlo y los descuentos son atractivos pero no escandalosos.

No descarto tenerlos en cuenta para alguna reserva pero de momento esperaré a que dejen claros todos sus datos como empresa en la web.
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COSAS QUE LLEVAR A UN HOTEL. ENCHUFE MÚLTIPLE.

Muchos de los hoteles actuales se construyeron en tiempos en los que nadie viajaba con aparatos que necesitaran recargarse; por eso es tan complicado a veces encontrar un enchufe en el que conectar el móvil o el ordenador. Abundan los casos en los que los clientes de un hotel no encuentran ningún enchufe en la habitación y acaban recargando sus aparatitos en el baño. 

Ya me ha pasado que las lámparas fueran directamente a la corriente y no fueran desenchufables, con lo que el hotelero se evita robos. 

Si lo que queremos es trabajar con el portátil y no andamos muy finos de batería,tampoco es cuestión de tener que colocarnos a lado de la toma de corriente, mucho menos aún si está alejada de la mesa de trabajo. Hoy en día los hoteles ya se construyen y se piensan para el cliente del tercer milenio, pero como nunca sabemos lo que nos vamos a encontrar, una regleta como la de la foto nos puede resolver el problema de renovar la carga de móviles de una pareja e incluso de sus portátiles o tabletas. 

Como el modelo de la foto es bastante aparatoso, ahora hay modelos tamaño mini y con forma de cubo, que nos arreglan el viaje si no podemos transportar un chirimbolo tan aparatoso en la maleta. Un ladrón sencillo de toda la vida siempre puede servir para emergencias y no ocupa tanto lugar en el equipaje.
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HOTEL IMPOSIBLE. ESTE HOTEL ES UN DESASTRE. AHORA YA SE PUEDEN VER ONLINE LOS PROGRAMAS IDEALES PARA PROPIETARIOS DE HOTELES.

Aunque ya existen otros dos programas con la misma temática, mi preferido es el denominado "Hotel impossible" en versión original y "Este hotel es un desastre" en español.

Ya era hora de que alguien hiciera algo así. Todo un experto en gestión hotelera y sentido común se encarga de optimizar y rentabilizar hoteles con el sencillo criterio de agradar a los huéspedes y hacer las cosas bien.

El canal Divinity ha tenido la excelente idea de emitir en España una serie de capítulos interesantísimos y además nos ofrece la posibilidad de verlos online gratis, lo cual es un detallazo sublime. Anthony Melchiorri se encarga de meter caña a tope a los hoteles y reconvertirlos para sacarlos de la ruina.

Para ver los capítulos completos basta pulsar en este enlace:

http://www.mitele.es/programas-tv/este-hotel-es-un-desastre/

La cadena Divinity también nos permite ver los episodios de "Hotel Infierno" a cargo de Gordon Ramsay.

El enlace lo tenemos en:

http://www.divinity.es/hotel-infierno/
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HABITACIONES DE HOTEL DONDE NO SE VE NI PARA CANTAR.

Digamos que ya me estoy cabreando un poco con los hoteles que pretenden ahorrar energía en la iluminación de sus habitaciones. Por supuesto que para dormir no hay problema porque no me hace falta luz, pero en la habitación uno puede hacer su vida y entre decoradores posmodernos y gerentes rácanos están consiguiendo que tenga que llevarme mi propia lámpara de casa si quiero ver algo. 

Nuevas tendencias que usan las luces indirectas para crear ambientes logran que uno tenga que moverse en penumbra por el dormitorio, y eso si funcionan todas las bombillas. Lo de afeitarse o maquillarse en el baño puede ser misión imposible en ciertos hoteles "de diseño".

Los esfuerzos por bajar la factura energética han hecho que muchos hoteles incorporen ahora bombillas de bajo consumo y poca potencia. El resultado es una iluminación pobre, escasa y fría que entristece la habitación. Por eso suelo llevar un par de bombillas halógenas en el coche para por si acaso no veo un pimiento. Ni me imagino cómo pueden apañarselas los clientes con menos capacidad de visión o mucha edad. Lo de usar mi propia lámpara será lo siguente, como ya anticipé en el primer párrafo, aunque para eso deberé disponer de algún enchufe libre, que no suelen abundar precisamente. 

Como curiosidad, comentaré que los hoteles que decidieron apostar por la iluminación por leds andan muy mosqueados ante la gran cantidad de robos de bombillas ejecutados por los clientes, cosa que ya había pasado con las lámparas de bajo consumo y las pilas de los mandos a distancia.

Por lo visto, las bombillas que se promocionan como ahorradoras no duran tanto como promete la publicidad y en caso de que se fundan es conveniente aprovechar la garantía para exigir la devolución del importe pagado o el reemplazo por otras nuevas.  El coste de adquisición de lo que ahora es el último grito no se rentabiliza fácilmente. 

El huésped se merece una buena iluminación en su dormitorio. No hace falta un montón de puntos de luz pero sí que los existentes le faciliten la estancia y no evidencien la racanería del hotel. 

Una buena calidad de iluminación anima a volver como cliente. Y ya está bien de luces presenciales en los pasillos de esas que se van apagando según pasas para encenderse solo cuando te vas acercando. Ahí si que se puede usar el bajo consumo durante 24 horas ahorrando.
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CUANTO MAYOR ES EL HOTEL MÁS HAY PARA DESAYUNAR.

Si pernoctas en un hotel de quince habitaciones y solo hay tres ocupadas, no esperes que el desayuno sea muy generoso ni variado al día siguiente. 

Si te hallas en un hotel de doscientas habitaciones y hay varios grupos alojados, es casi imposible que el desayuno sea escaso y que falte la variedad.

En caso de dudas, burro grande ande o no ande. Puede haber alguna excepción pero son contadas. En algún hotel de Portugal donde la ocupación estaba bajo mínimos me obsequiaron con el mismo desayuno que si el hotel estuviera completo, todo un detalle de profesionalidad. Eso sí, en los sitios donde hay poca clientela no quieren derrochar y calculan tirando para abajo por no derrochar, así que es muy frecuente que se supriman alimentos perecederos  y los productos de panadería vengan en cantidades simbólicas.

Cuando el hotel es grande y está a rebosar los cálculos ya se hacen tirando por alto, porque el hotel no se puede arriesgar a que falte el género en el buffet. Los guías y conductores de los autobuses de grupos son jurados implacables y pueden informar a la agencia contratadora de que sus viajeros se han quedado con hambre, lo que implicaría una reducción de las reservas.

Aún así, en los buffets de desayuno conviene llegar antes que nadie y más aún si hay clientela del norte del continente o asiáticos. Da igual a que hora te pongas a la puerta del comedor porque siempre hay alemanes o ingleses que madrugan más que tú.

Otra cosa es que prefieras los pequeños hoteles con encanto, pero antes tendrás que echar una ojeada a los comentarios de los clientes previos para saber si hay un buen servicio de desayuno. Personalmente prefiero poca variedad y cantidad si hay mucha calidad, concretamente en lo dulce y más específicamente aún en el tema del café, pero respeto la tendencia de desayunar fuertemente  para afrontar el día con energía y no llegar a la hora de comer con mucha hambre.

Lo ideal sería que los hoteles alargaran sus horarios de desayuno hasta el mediodía en festivos y que la salida de habitación se pudiera hacer hasta la una de la tarde si hubiera baja ocupación para esa noche. Después de todo el fin de semana se ha hecho para descansar y no para madrugar...
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LOS PRECIOS DE ÚLTIMA HORA NO EXISTEN.


Aunque vendiendo esta habitación a 60 euros se gana dinero, para el empresario quizás sea preferible dejarla vacía.

Lamento tener que romper el hechizo pero los reyes magos no existen y los precios llamados lastminute son una ilusión cuando se trata de alojamientos. Las llamadas ofertas de última hora son virtualmente inexistentes y se pierde el tiempo buscando chollos de los llamados "lastminute". Nuevamente comprobamos que la publicidad nos atrae con unas palabras y lo que nos encontramos es otra cosa. Ya les vale a las agencias anunciar precios que ocultan las tasas de aeropuerto y los suplementos de carburante en viajes combinados, como para que haya centrales de reservas que se promocionen a bombo y platillo con ofertas que no son tales.

Otra cosa es que faltando una semana los hoteles suelen liberarse de los cupos disponibles a tarifas ligeramente inferiores, sobre todo si la ocupación va floja. Algunos pueden vender muy bien directamente en recepción al precio oficial y otros rebajan unos cuantos euros. Eso sí, si AC tiene un hotel como el Santo Mauro o Meliá como el ME de Madrid, les tira de las narices que haya habitaciones libres todos los días porque no están dispuestos a tirar los precios ni entrar en guerras a la baja para captar clientes al precio que sea. Si la habitación tiene que venderse a 200 o más euros y no se vende, tampoco se ofrecerá a 70 aunque con ello ganen algo de dinero.

Incluso en centrales especializadas como http://lm.hotelclub.net/ encontramos los mismos precios que en http://www.hotelclub.es/, aún cuando se anuncia que las ofertas son de última hora.

Puede haber algún chollete suelto por ahí pero no hay un mercado de habitaciones de última hora, aunque creo que debería existir. El problema es que todos lo dejaríamos para el último momento y eso hace que el mercado se resienta, lo cual no están dispuestos a aceptar los hosteleros.

Así, pues, no se mate buscando lo que no existe.
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VACACIONES GRATIS.


Sí. Siempre y cuando ofrezcas vacaciones gratis.

Acabo de enterarme de la existencia de Belodged.com, una web que permite darse de alta y registrarse para conseguir estancias gratuitas en domicilios de otros asociados. Obviamente hay que dar para recibir y si todo el mundo quiere dormir gratis por ahí tendrá que ser solidario y cooperativo para que el sistema funcione. Si nadie da, nadie recibe. No se trata de un intercambio de casa sino más bien de habitación.

El anfitrión puede hacer también de cicerone y aportar incluso pensión alimenticia. El sistema es adecuado para viajeros con pocos recursos y muchas ganas de novedad.

Más información en http://www.belodged.com
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DORMIR EN NUEVA YORK SIN ARRUINARSE


Por lo que se ve London y New York son dos de las ciudades donde más caros y menos buenos resultan los hoteles. El caso que menciono es el de un nuevo establecimiento ubicado en el corazón de Manhattan y que ofrece precios bastante bajos para lo que se estila en esta ciudad. Por supuesto el desayuno nunca está incluido.

Los comentaristas de Tripadvisor son unánimes. Este puede ser un buen chollo. Las dimensiones de las habitaciones son minúsculas y el espacio está muy bien aprovechado. Cada habitación dispone de pantalla de plasma y wifi gratuito. Hay habitaciones con y sin baño privado.

Los propietarios insisten en que queda al lado de todo y que se llega andando a cualquier parte en pocos minutos. También comentan que tienen una terraza en la última planta para ver las luces de la ciudad.


Para ver el hotel, click en el logo. Y de fumar, ni se te ocurra.
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DORMIR EN UN AVIÓN QUE NO VUELA.


Se trata de Jumbo Hostel y está situado en el aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo. Se admiten reservas desde diciembre de 2008 y cuenta con 25 habitaciones de tres camas. Los dormitorios tienen seis metros cuadrados de superficie y tres de altura. Al tratarse de un albergue, los sanitarios están en los pasillos y no dentro de cada camarote. También es posible reservar una suite situada en la cola y con vistas al aeropuerto. Ideal para amantes de la aviación y probablemente de bajo coste. El avión es un Boeing 747 y data de 1976,




El avión ha sido destripado al completo y se ofrece un mobiliario funcional. Podemos reservar en http://www.jumbohostel.com. Es el sitio ideal para dormir la noche antes de coger un vuelo y para cuando llegamos muy tarde al aeropuerto.

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HOTEL ASEQUIBLE EN AMSTERDAM


Holanda es un país muy visitado por su encanto, los molinos, los tulipanes, los canales y otras cosillas que a mucha gente le encantan. Allí el nivel de vida es bastante alto y eso se traduce en precios disuasorios para el alojamiento. En Amsterdam ha nacido un nuevo concepto de hoteles de diseño y con habitaciones de escasas dimensiones. Al igual que sucede con el Pod Hotel de Nueva York, aquí se trata de compensar la no amplitud con un diseño elegante y la posibilidad de elegir entre varios tipos de iluminación para la habitación. Los precios no es que sean tirados pero sí muy convenientes para lo que obtenemos al reservar. Cuanto antes se reserva, menos se paga, pero con un límite inferior de 39 euros por habitación y noche.

La web no es que sea fenomenal pero nos pone en antecedentes. Lo que se ve en las fotos mola bastante más que las habitaciones de Easyhotel.com.
Para más detalles: http://www.qbichotels.com/
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APARTAMENTOS BARATOS EN SUIZA.



Suiza es probablemente uno de los sitios más seguros del mundo para viajar y no cabe duda de que existe una clara relación entre nivel de vida y precios elevados. Así pues, muchos viajeros que en su momento pensaron en viajar a Suiza lo descartaron en un principio ante el elevado precio de los alojamientos.
Aunque ahora se puede volar a Ginebra con Easyjet por cuatro duros, cosas como el transporte interno andan a precio de oro y lo de comer fuera mete miedo, de forma que este destino turístico parece reservado a gente a la que le sobra el dinero.
Menos mal que de vez en cuando aparecen chollos como el que ahora presento, nada menos que en Davos, en el Cantón de los Grisones, conocido como Graubunden. Se trata de los apartamentos Solaria, cuyos precios parten de una tarifa tan baja como 42 euros diarios por apartamento completamente equipado para dos personas en época veraniega.
Para rizar el rizo, los huéspedes disfrutan del pasaporte todo incluido de verano, símplemente por alojarse en Davos, que les da acceso a transporte público gratuito y también libre circulación en teleféricos, funiculares y trenes de cremallera, amén de la entrada al jardín botánico y numerosos descuentos en instalaciones municipales como pista de hielo o piscina.
Los apartamentos te prestan gratuitamente la bicicleta y disponen de autobús lanzadera gratis al centro urbano. Suena tan bien que yo ya he reservado y hasta ahora no he sacado a relucir el tema en el blog, no fuera que se me adelantaran y me quedara sin lugar de vacaciones.
Davos queda a dos pasos de sitios tan conocidos como Saint Moritz y Zúrich, con buenos accesos al norte de Italia y al Tirol austriaco. No se puede pedir más.
Lo mejor es ir ya a http://www.solaria.ch/, eligiendo la lengua inglesa si no dominamos el alemán, que es lo que se habla por allí. Ojo porque ya quedan pocos apartamentos para el verano.
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UN HOTEL TERRORÍFICO.


Nunca olvidaré el día que vi la película "El Resplandor" por primera vez. Fue en pantalla grande, en el cine Colón de Cangas de Onís y hace casi treinta años. Desde entonces la he visto unas cuantas veces en video y DVD. Kubrick logró una atmósfera de suspense y terror adaptando una novela de Stephen King en la que el hotel es tan protagonista como los actores. El doblaje fue muy criticado pero tampoco difiere mucho de la versión original.

El hotel se lama Timberline Lodge y existe realmente. Se halla en Oregón y los precios no son prohibitivos. Se puede dormir por menos de cien euros la noche. Queda a una hora de coche de Portland, por si nos pilla cerca. En su web anuncian un apoteósico brunch para el día de la madre con un precio de sólo 35 dólares.

Los que no conozcan la película deberían ir viéndola ya. Ojo porque hay una adaptación para la televisión que no es precisamente lo mismo.

Sería el colmo viajar hasta allí y encontrarnos a Jack Nicholson por los pasillos del hotel.
La web oficial está en

http://www.timberlinelodge.com/
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LA PLANTA EJECUTIVA DE LOS HOTELES


Sólo los mejores hoteles tienen una planta ejecutiva, incluso más de una. Se trata de un lugar misterioso al que los mortales no tienen acceso tan fácilmente; allí solo pueden entrar los huéspedes de lujo que han pagado más por una habitación mejor o bien se lo han pagado, que es de lo más habitual. Yo no conozco esos sitios pero dicen que existen y para informarme bien he tenido que navegar un poco, porque aquí de experiencia propia, nada de nada.

En la planta ejecutiva no sólo están las mejores habitaciones y una recepción privada sino también un océano de lujos y exquisiteces sólo al alcance de quienes se lo pueden permitir, incluyendo un salón social privado, con buffet libre de desayuno y merienda con aperitivos variados todo el día para la gente de negocios que tiene horarios raros y también para los que quieran una experiencia de lujo.

Hay personas a las que por overbooking en las habitaciones corrientes se les ha derivado a una planta ejecutiva y han vuelto para contarlo. Espero que me toque algún día porque son habitaciones de otro mundo.
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COSAS QUE DAN MAL ROLLO EN UN HOTEL. TELEVISORES ANTIGUOS.

Ya puedes tener un hotel chulo y molón que si exhibes en la web las fotos de las habitaciones con modelos de televisión de hace una década quedas a la altura del betún. Si no hay presupuesto para comprar televisores actuales y bien adaptados a la TDT, la imagen del hotel pierde una barbaridad. Hoy en día la clientela percibe muy negativamente que la tele sea antediluviana aunque se vea bien. Además los modelos actuales se integran de maravilla en la decoración y ocupan muy poco espacio. Lo más fácil es que los posibles clientes huyan despavoridos ante la contemplación de habitaciones en las que el propietario no quiere invertir y prefiere conservarlo todo con estética del siglo y del milenio pasados. Personalmente no me molesta en demasía, ya que no suelo ver la tele en los hoteles, pero me queda claro que un hotel con televisiones viejas es un negocio en el que se racanea.  No es normal que pensiones y hostales tengan equipos audiovisuales renovadísimos y haya hoteles de tres o más estrellas donde viven de espalda a la modernidad. Lo mismo pasa con el wifi, que lo regalan en cualquier parte y lo pretenden cobrar en los lugares de lujo.

Señores hoteleros, vayan poniéndose en la cresta de la ola y cambien ya sus viejas teles antes de que les pongan a parir en Booking o en Tripadvisor.
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ODISEAS EN LOS PARKINGS DE LOS HOTELES


Alguien debería publicar una guía sobre parkings de hoteles; se lo agradecerían muchos clientes.

Reconozco que me echo a temblar cada vez que tengo que guardar el coche en el parking cubierto de un hotel. Las más de las veces me encuentro con estrecheces y en algún caso he pasado grandes agobios.

Normalmente elijo hoteles con parking exterior gratuito pero de vez en cuando hay que ir a hoteles urbanos donde no hay alternativa al garage del establecimiento.

Da mucha rabia la mala señalización y que la entrada del parking sea anterior a la del hotel, de modo que en muchos casos hay que dar la vuelta a la manzana ante la imposibilidad de circular marcha atrás.

El acceso puede ser de lo más delirante. He visto casos en los que a duras penas era posible negociar las curvas de bajada y resultaba imposible cruzarse con otro vehículo que saliera o entrara. No es raro rayar la defensa contra el suelo al llegar a terreno llano. Lo grave es cuando las plazas son muy angostas y parecen diseñadas para coches de hace treinta años. Ya me ha ocurrido algo tan curioso como entrar en la plaza y no poder abrir las puertas. Obviamente a nadie le gustan las columnas y se agradecería que las forraran para evitar disgustos.

Los parkings de hotel ponen a prueba la pericia del conductor y también la dirección asistida del coche. A veces los techos son tan bajos que inconscientemente bajamos la cabeza como si con ello evitáramos un posible roce. En la mayor parte de los casos no hay plazas para todos los clientes y es necesario reservar la plaza. Estamos hablando de los afortunados hoteles que sí tienen garaje propio, porque hay algunos que ni eso, ni concertado, ni cercano ni nada de nada.

En más de una ocasión me resultó tan molesto bajar al parking que dejé el coche allí durante toda la estancia por no repetir la experiencia de entrar de nuevo.

Tema aparte son las tarifas, de las cuales ya he hablado en otros artículos del blog.
Por todo lo anteriormente citado, agradecería a los hoteles que publicaran fotos de sus parkings y también de los accesos, para que nos vayamos haciendo una idea de lo que nos espera.

Por cierto que los que funcionan con tarjeta casi siempre nos obligan a bajar del coche para introducirla en el lector porque los fabricantes de barreras deben imaginar que tenemos brazos de dos metros de largo, al igual que ocurre en muchos peajes. O rayamos el coche contra la máquina o pegamos con la puerta en un bordillo o nos apeamos, a elegir.
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EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS MINIBARES DE HOTEL.


La idea de tener un minibar en la habitación parece buena en un principio pero lo que desbarata completamente su existencia son obviamente los precios que se practican, generalmente tan disparatados que hacen disuasoria la utilización por parte del cliente, que se ve abrumado con tarifas delirantes y desproporcionadas.

El minibar genera gastos al hotel porque consume energía y produce poco beneficio ya que muy pocos clientes tiran de consumiciones en la habitación a no ser que se lo pague la empresa o estén en un hotel AC donde hay bebidas no alcohólicas gratuitas, un caso aparentemente único en el universo.

En ciertas ocasiones pernocté en hoteles donde los precios eran bastante razonables, al nivel de un bar o cafetería, lo que me animó a tomar un par de refrescos. Se supone que ahí ganaron dinero y las bebidas no les van a caducar después de ochocientas pernoctaciones sin consumo.

Alguna vez me vi pillado con las ganas y tomé una Coca-Cola carísima que luego repuse antes de finalizar la estancia, pero el truco no siempre sirve porque hay sitios donde se revisa el minibar a diario y te la facturan, así que ojo. Otros comentaristas advierten que hay modernos artefactos en los que con sólo tocar la bebida ya te la apuntan en la cuenta.

Lo más gracioso es que la manera más habitual de controlar el minibar es la pregunta que te hacen en recepción sobre si has consumido o no, de modo que la palabra prevalece sobre la presunción de culpabilidad.

Hay hoteles que prefieren dejar una nevera vacía a disposición del huésped y también quien pone máquinas expendedoras de bebidas en la recepción, como hace Sidorme. Una solución intermedia es dejar un par de botellines de agua de cortesía.

Es ridículo pensar que el cliente va a pagar por un botellín de 5 cl lo mismo que vale una botella de 75 en el supermercado, a no ser que esté forrado. Tampoco se pueden pagar chocolatinas de 20 céntimos a dos euros, como si estuviéramos a bordo de un avión o en una cafetería de aeropuerto.

En un hotel de Canarias exigían un consumo mínimo de minibar de 18 euros para tenerlo operativo o bien 15 euros para usarlo de nevera, lo que no parece mala idea. Así se paga por lo que se usa; por cierto que los precios eran muy razonables, a dos euros el refresco.

Lo malo es que las cafeterías de los propios hoteles tampoco se suelen lucir con los precios y el cliente generalmente se ve abocado a salir a la calle en busca de mejores opciones, que siempre existen y además muy cerca, porque los hosteleros no son tontos y saben adónde hay que arrimarse. Hoy en día tres euros por un café son un disparate se mire como se mire, a no ser que usemos el wifi gratis durante un par de horas para amortizar la inversión.

Todo lo que cabe en un minibar no suele pasar de 20 euros y se pretende cobrar por ello más de 100, pero eso no es nada sencillo. También está la picaresca de los que se pulen las bebidas alcohólicas y las rellenan con líquidos de lo más variado, para sorpresa del cliente que llega confiado a tomarse una copa y se encuentra con fluidos corporales almacenados, tales como muestras de orina (verídico).

Este artículo ganará mucho si los lectores aportan sus propias experiencias. Por mi parte animo a los hoteleros a que no pretendan forrarse con el minibar porque siempre saldrán perdiendo. Por lo menos, que les salga lo comido por lo servido y que den un buen servicio a los clientes, de forma que al menos haya alguien que salga ganando y quede satisfecho.
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LOS HUÉSPEDES NO QUEREMOS TANTA TRANSPARENCIA.


Si es como el de la foto no hay problema. Últimamente se ha puesto de moda integrar el baño en las habitaciones de los hoteles e incluso de las viviendas, lo que resta intimidad. Hay varias soluciones usadas en la actualidad, desde la comunicación diáfana entre baño y dormitorio hasta el uso de paneles transparentes o translúcidos. La fórmula que vemos en la imagen de arriba parece tradicional y adecuada, ya que permite correr las cortinas si queremos que nadie nos vea. Obviamente el inodoro siempre está aparte y con puerta.
Curiosamente medio mundo se cierra en el baño aunque se encuentre sólo en casa y parece que necesita sentirse alejado del mundo en ese retiro privado. Lo de las bañeras en medio de la habitación ya me parece un poco rebuscado porque siempre acaba cayendo agua al pavimento.
Innovación y diseño sí, sin duda, pero también sin aventuras.
Por lo visto la clientela rechaza tanta sofisticación y hay pocos adeptos de la transparencia total.
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DESAYUNOS DECEPCIONANTES


Los desayunos buffet son globalización pura y dura muy mal entendida. Desgraciadamente se desayuna prácticamente lo mismo a orillas del lago Balatón que mirando al Atlántico en Ericeira. Las particularidades nacionales, regionales o locales desaparecen cuando entramos al comedor de cualquier hotel. Es muy raro que el establecimiento decida diferenciarse con una oferta atractiva y sugerente que se inspire en las costumbres gastronómicas de la zona. No será por falta de posibilidades. Para mi la calidad viene determinada por el zumo de naranja y la abundancia de croissants decentes. Pocos son los hoteles que se atreven con los zumos naturales y en demasiados escasean los croissants, que no siempre se reponen con celeridad.

En algunos hoteles españoles he encontrado tortillas de patata y churros, pero la gran mayoría prefiere ofrecer un producto clónico que nos aisla del entorno y nos transporta a un universo inidentificable. Los buffets copian de un modelo anglosajón sin plantearse una regionalización que considero necesaria. Ya va siendo hora de que se incorporen los pintxos vascos, los sobaos pasiegos, los frixuelos asturianos o las mantecadas de Astorga, por citar algunos de los alimentos emblemáticos que más gustan al público. Un caso chocante es el de Portugal, cuyos habitantes desayunan cosas riquísimas en cualquier cafetería, desde hojaldres de carne a empanadillas de gambas o pasteles de nata, algo que no se halla ni en los mejores hoteles. No es normal que una confitería gane por goleada a hoteles de cuatro y cinco estrellas ni que los hoteles ignoren que a pocos metros de su recepción el desayuno se convierta en todo un pantagruélico brunch por menos de diez euros, incluyendo café expreso de alta calidad, zumos recién exprimidos, bocadillos de carne y tartas de diseño.

En Inglaterra el desayuno sí es más bien autóctono, aunque el llamado full English breakfast vaya en regresión. Francia siempre mantiene buena nota en el tema del pan y la bollería, mientras que Alemania hace especial hincapié en lo salado por encima de lo dulce.
Uno de los desayunos que marcan la diferencia es el del hotel Barceló Nervión de Bilbao donde el comedor es todo un espectáculo y la gente se tira una hora relajadamente para su primera colación del día.

En los establecimientos humildes no está la cosa como para exigir lujos pero de cuatro estrellas hacia arriba el nivel debería ir mejorando porque el público empieza a cansarse de mediocridad en la calidad y también en la variedad.

Mientras tanto, fuera del hotel el dinero cunde más y la variedad es superior. Una reciente experiencia en Vitoria me mostró que se puede quedar muy bien por dos euros y medio. Un croissant recién hecho, un café con crema y un zumito de naranja natural son un regalo a ese precio. Tomar varios pinchos de lujo con vino o cerveza y café en la zona de Lakua no llega a los diez euros y eso supera de largo a cualquier desayuno de hotel, con sus cafés largos y aguados, con zumos imprevisibles y grandes cantidades de productos baratos y poco apetecibles que más bien decoran.

Agradeceré a los lectores que me comenten si han encontrado últimamente algún buen desayuno de hotel. Siempre busco los hoteles que lo incluyan en el precio porque pagarlo aparte me parece un atrevimiento, teniendo en cuenta lo que se recibe a cambio.
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HOTEL RECOMENDADO EN PRAGA.

Son muchos los lectores que me preguntan por hoteles en tal o cual sitio y uno no siempre sabe si acertará con la recomendación, porque es muy arriesgado el intento de saber si algo que a mi me ha gustado puede satisfacer a los demás.

En el caso de Praga la cosa me parece sencilla. En el centro puro de la ciudad tenemos muy buenos hoteles caros y en la periferia de las inmediaciones del extrarradio de las afueras los hay bastante correctos y asequibles. Lo ideal sería un término medio y para eso está el hotel Akcent, ubicado a tres paradas de metro (y con la salida de la estación a la puerta del hotel) del puñetero cogollo de la ciudad, que también es la zona más cara. La parada de metro es Andel y por ahí los precios están mucho más bajos para todo; además hay un centro comercial con Carrefour para lo que haga falta y montones de cafeterías y restaurantes a precios moderados. Por lo demás, la seguridad ciudadana está a prueba de bomba.

El hotel en sí es un establecimiento moderno y ubicado en la séptima planta de un edificio renovado. Las habitaciones son muy grandes y el precio desafía toda competencia. El desayuno es correcto aunque los amantes de lo dulce no encontrarán nada interesante. Lo mejor de todo es el restaurante, donde podemos comer hasta solomillos de ternera presentados como en los mejores restaurantes de París por menos de diez euros. Digamos que se come de cine y esto lo escribe un asturiano bastante exigente. Los platos de pasta y las ensaladas son muy baratos y los postres, aunque escasos en variedad, son toda una bomba calórica. Una vez vistos los precios del centro histórico volveremos a comer y cenar en el hotel por motivos obvios. Normalmente ahorro mucho en comida en ciertos viajes pero aquí he aprovechado porque no es habitual comer tan bien en un restaurante de hotel. Eso sí, el personal no es precisamente la alegría de la huerta y siempre te preguntan primero qué vas a beber antes de tomar nota de la comida, más que nada por la costumbre local de empezar bebiendo y una vez acabada la consumición pedir los platos, cosa que a mi me incordia sobremanera. Que te intenten engañar con la cuenta en Praga es muy corriente y en cambio en el hotel Akcent no.

Volviendo a lo del hotel en sí, pues se trata de un tres estrellas muy aceptable y bien situado para moverse en transporte público, que es eficiente y regalado. Ojo porque si a usted no le importa gastarse más de 100 euros por habitación y noche le sobran sitios para ir y la recomendación está pensada para los que quieren obtener algo muy bueno gastando lo menos posible. Concretamente se trata de conseguirlo por unos 50 euros a través de este enlace, más barato que en la propia web del hotel.

Y para los que quieran algo entre 50 y 100 euros, con un toque fashion e instalaciones sorprendentes tengo también recomendado el Hotel Angelo, muy cerca del Akcent.

Este verano los precios andan muy bajos en Praga y eso es bueno para el turista. Como ciudad es una cocada y salvando el frío carácter local, hay que pasar una vez en la vida por ahí.
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¿COLCHA O FUNDA NÓRDICA?



Tranquilidad, que no vamos a divagar sobre lencería de cama. Sólo advertir a los viajeros sobre algunas particularidades de la hotelería europea. En países anglosajones y en general en todo el centro y el Este de Europa las camas de los hoteles no tienen la composición a la que estamos acostumbrados en las tierras del aceite y el sol. Es decir, que la cama no lleva una sábana y una colcha a la que podemos añadir una manta, sino que símplemente se compone de sábana bajera y funda nórdica por encima, de modo que hacer la cama debe resultar muy fácil para las camareras de piso.

A la mayor parte de españoles nos parece algo incordioso porque nos impide abrigarnos con la sábana sólamente, sábana y manta, sábana y colcha o todo a la vez, en función del calor o el frío que tengamos. Por lo que me comentan algunos alemanes, ellos suelen enroscarse en la nórdica. A mi me molesta porque si la subo para tapar la barbilla destapo los pies. Y eso es lo que nos encontraremos casi como norma general en sitios como Alemania, Chequia, Austria, etc. Por lo menos aquí advertimos y así la sorpresa se verá amortiguada. Para unos puede ser una gozada y para otros un rollo. Es tan típico como la moqueta en Inglaterra o los colchones de látex en Francia.
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NO TE BAÑES EN EL HOTEL. MEJOR TE DUCHAS.


No creo en el calentamiento global ni tampoco admito que los humanos influyamos en el cambio climático pero sí considero que el sentido común debe imperar. Tanto en casa como en el hotel recomiendo ducharse en lugar de llenar la bañera hasta arriba para retozar. El gasto de agua y de combustible es mucho más elevado si preferimos el baño y la situación no está como para derrochar precisamente.

Los hoteles suelen aplicar la picardía de colocar tapones de bañera que no encajen o bien símplemente hacer que se pierdan para que el cliente no pueda gastar ingentes cantidades de agua y de energía. Lo ideal es colocar aireadores de modo que el agua salga mezclada con aire. Lo mejor son las griferías termostáticas capaces de regular la temperatura para que no nos escaldemos ni tengamos que andar haciendo cálculos para obtener un caudal y una temperatura convenientes. Y conviene cerrar el agua mientras nos enjabonamos.

Cuando estemos pagando toda una pasta por habitaciones de lujo con bañera de hidromasaje ya podemos soltarnos un poco más la melena, que para eso lo pagamos, pero como norma general el mundo será un sitio mucho mejor si ahorramos agua y energía durante los viajes.
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BANDEJA DE CORTESÍA EN HOTELES


Esto que vemos en la foto es una bandeja de cortesía. La hay en todo establecimiento de alojamiento en Inglaterra (menos en Easyhotel, creo) y se compone de un calentador de agua, una tetera, dos tazas y dósis individuales de té y café, además de minienvases de crema de leche. También puede haber unas galletitas. En Francia siempre hay una en cada hotel Campanile.

La bandejita nos permite hacernos una infusión antes de acostarnos o tomar el café recién levantados por el módico precio de cero euros. Las ventajas son obvias. Pues bien, lo que tan corriente resulta en Inglaterra, en el resto del mundo es ciencia-ficción y no te la encuentras en casi ninguna parte, incluso pagando burradas. Ya sé que hay algunos sitios tan finos que te ponen una cafetera Nespresso en cada habitación, pero este blog es para gente normal a la que le gustan los detalles gratis. A ver si se extiende la costumbre por otros lares. Suelo recomendar a los hosteleros que tomen nota pero se hacen los suecos.No hay más que ver que se gastan fortunas en pantallas de plasma pero racanean en ponerte una humilde radio...
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SE ACABÓ EL PASAR CALOR EN LAS HABITACIONES DE LOS HOTELES DURANTE EL INVIERNO.

Pues sí, amigos, ya no volveremos a abrir las ventanas durante un día de helada para liberar el asfixiante calor de la habitación. Ahora abriremos el armario a ver si hay una manta con la que abrigarnos. Las políticas de ahorro que ha traído la crisis promueven estrategias de reducción de costes a lo bestia. Lo pagan los clientes, por supuesto.

De acuerdo en que había situaciones muy molestas en hoteles cuyas habitaciones parecían saunas y en los que la apertura de ventana proporcionaba una terrible entrada de ruidos.

Lo ideal es el uso de las bombas de calor individuales, utilizables indistintamente como aire acondicionado o calefacción. pero en hoteles con calefacción central, o está encendida o apagada. Con una ocupación elevada el gasto de calentar los dormitorios se amortiza, pero con pocos huéspedes sale lo comido por lo servido.

No hace mucho que tuve que solicitar el encendido de la calefacción en un hotel de cuatro estrellas. La temperatura exterior no superaba los cuatro grados y la habitación estaba fría porque las camareras de piso habían dejado la ventana abierta para que se ventilara. Mi argumento fue que uno reserva un hotel para estar agusto y no para sufrir incomodidades.

Es normal que haya un horario de encedido de calefacción pero no que sea demasiado reducido. Si a esto añadimos el hecho de que hay clientes acostumbrados a temperaturas elevadas en su tierra y sufren fuera de su zona de residencia, la insatisfacción está servida.

A mi me ha pasado también lo contrario en Canarias, donde los locales aguantan el sol mucho mejor que yo y echo de menos el aire acondicionado en todos lados. que para eso vivo en Asturias, una de esas regiones con climatizador de serie.

Lo mejor en caso de frío es rellenar una hoja de reclamaciones cuando volvamos a casa, sin montar numeritos en el hotel. Ojo con la mala leche que los hay que se han cabreado porque según ellos pasaban frío a finales de agosto.

Uno tiene derecho a no pasar frío y a que no abusen de él. 
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¿ADIÓS A LA COLCHA?

Los hoteleros agarrados y atrapados por la crisis han encontrado una solución para ahorrar en lavandería y ganar tiempo en la preparación de las habitaciones. No son pocos los hoteles que ya no ofrecen colchas en sus dormitorios. Una sábana y arreando. Ni siquiera una funda nórdica. Si tienes frío añades una manta, suponiendo que la haya.

Teniendo en cuenta que muchas colchas de hoteles se lavan poco o nada, casi es una garantía sanitaria, pero no resulta solución adecuada para la comodidad del alojado. Una vez que nos dormimos el cuerpo necesita algo más de calor que cuando estamos despiertos. Todo esto es mala noticia para los aficionados a la buena calidad. Si te estorba la colcha, siempre la puedes apartar, pero si no la tienes y la echas en falta, no hay ninguna ley que obligue al hotelero a proporcionarla. Mira que pueden ser baratas, lavables en lavadora y elegantes a la par, pero su supresión durante largas temporadas produce un considerable ahorro en la cuenta de gastos del hotel a la par que cierto cabreo en quienes pensamos que un hotel de cuatro estrellas debería tener un poco más de nivel y ser menos roñoso.


Espero no estar dando ideas a los hoteleros y animo a los clientes a que critiquen el hecho cuando se les pida su opinión desde el portal de reservas que hayan usado para contratar su estancia.
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AVANCES EN LA SEGURIDAD DE LOS HOTELES. EL CASO DE MARINA D'OR.

Lo de las tarjetas para acceder a las habitaciones ya está muy visto; incluso las hay sin contacto, pero el caso que voy a comentar supone un interesante avance en seguridad para los clientes de un hotel.

Ya había visto algo similar en un hotel de Cracovia en el cual había que introducir la tarjeta para utilizar el ascensor; la idea no era mala del todo pero lo que he visto recientemente en el hotel de cinco estrellas de Marina D'Or en Oropesa (Castellón) supera todas las expectativas.

El acceso a la zona de ascensores se realiza mediante el uso de la misma tarjeta que abre la puerta de la habitación, sin necesidad de introducirla y con solo acercarla a un sensor. Una vez en la planta deseada y fuera del ascensor, el acceso al pasillo se hace del mismo modo. De este modo se garantiza una seguridad fuera de lo normal y que algún día será la norma en los hoteles del tercer milenio.

En hoteles vacacionales altamente frecuentados y con un gran número de clientes que entra y salen, suben y bajan, no es sencillo que el personal pueda controlar a todas las personas que pululan por la recepción y los pasillos. Con el sistema implantado en este hotel tenemos muy claro desde el principio que nadie ajeno al hotel va a introducirse en las habitaciones. El sistema proporciona tranquilidad al huésped y va en consonancia con el clima de seguridad que se respira en todo el complejo. Para el recorrido inverso basta pulsar un botón y las puertas se abren, sin necesidad de tarjeta.

Para entrar al comedor también se usa un control que impide el acceso de personas no autorizadas, en este caso sin la tarjeta magnética y usando el soporte de cartón en el que te entregan la llave de la habitación. El personal te escanea la tarjeta para verificar que estás alojado en el hotel.

Por supuesto que la misma tarjeta te permite acceder directamente al balneario del hotel, gratuito para clientes alojados. La tarjeta te abre muchas puertas y se las cierra a los que no deben pasar por ellas.

Ahora estos avances parecen la gran novedad y sin embargo algún día serán la norma. 
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EL EXTRAORDINARIO EFECTO DEL DESAYUNO GRATIS.

Dicen los sabios que no existen las comidas auténticamente gratis, ya que siempre hay que dar algo a cambio. Puede ser. Lo cierto es que en el mundo del alojamiento hay pocas cosas tan irresistibles como un desayuno gratuito o por lo menos incluido en el precio. En según qué países lo hay que pagar aparte en un 99% de ocasiones, tal es el caso de los USA o Francia. Únicamente el Reino Unido e Italia destacan por ofrecer gratuitamente la primera comida del día.

Lo de tener que pagar por desayunar no debería ser un problema grave pero en demasiados casos los hoteleros se aprovechan más de la cuenta y proponen tarifas disuasorias, más elevadas de la cuenta, con el buffet como única opción y la cafetería cerrada en el horario coincidente, de modo que si únicamente quieres un café, un zumo y un croissant, tienes que pagar diez o más euros sí o sí. Eso ya es pasarse varios pueblos y la mayoría de los mortales acaba sin desayunar o en un cafetería cercana. que se forra gracias a que en el hotel únicamente desayunan aquellos a los que la estancia se la paga la empresa. No se puede cobrar por un desayuno más que por una comida.

Recientemente pernocté en el hotel Globales de los Reyes, al norte de Madrid. Podía escoger otros hoteles de la zona pero allí me encontré con tres ventajas imbatibles. Primeramente me descontaban un 15% por hacer la reserva en el sitio web del hotel, lo que me hacía innecesario acudir a centrales de reservas. Además me regalaban la noche de garaje, que tenía un coste normal de seis euros. Finalmente. el desayuno estaba incluido en la tarifa, así que no tendría que salir a la calle para empezar bien el día. Todo ello salía por 40 euros la noche la habitación doble y es muy complicado de superar; ellos ganaron dinero y yo también. Había una oferta interesante en un AC próximo y ya iba a reservar pero pillé un cabreo indecente porque el precio ofertado se incrementaba con el IVA en el último paso de la reserva.

En España no es que se desayune muy bien que digamos. Normalmente ofrecemos productos clónicos de todos los hoteles internacionales, con los fiambres y el queso en lonchas, que muy poca gente come en casa, bollería no demasiado lograda y cafés generalmente infumables que pueden arruinar la mañana e incluso favorecer las dietas de adelgazamiento por su poder laxante. De los zumos mejor ya ni hablamos. Sí hay hoteles que brillan por su desayuno pero son los menos y hay que pagar en consonancia. Desgraciadamente los productos regionales brillan por su ausencia y se desayuna casi lo mismo en Amsterdam que en Almería.

El caso es que los clientes somos capaces de aceptar una reducción de confort a cambio de un desayuno gratis. Incluso estamos dispuestos a pagar lo mismo por un hotel de tres estrellas que por uno de cuatro si nos regalan el desayuno. Últimamente se han moderado un poco las tarifas por la consabida crisis, pero no es nada raro encontrar desayunos a quince euros cuando por ese precio puedes tomar café Jamaica Blue Mountain, zumo natural recién exprimido y croissants de confitería o trenza de Huesca, incluso pinchos de jamón ibérico.

Los hoteleros siguen sin enterarse y pretenden cobrar el desayuno a precios gamberros que enemistan al cliente con el establecimiento. Tampoco hace falta que lo regalen y casi nos conformaríamos con que lo cobraran al atractivo precio de cinco euros. Los pocos pioneros que se enrollan un poco y se evitan el gasto del camarero que toma nota de tu número de habitación se verán recompensados a largo plazo con la fidelidad del cliente, que es algo mucho más serio que la acumulación de puntitos en una tarjeta.

Lo malo de que los desayunos se vayan haciendo gratuitos es que luego habrá clientes que pretendan una reducción por no tomarlo y también hoteles con tarifas más bajas a cambio de no dar desayuno, con lo que volveríamos a la posición de inicio de la partida. La sociedad del bajo coste quiere que se cobre únicamente por lo consumido pero los hoteles pueden jugar con el desayuno para incrementar su ocupación y su rentabilidad.

Como doy mucha importancia a la calidad del café, suelo viajar con una cafetera Stracto y suelo desayunar en la habitación, con la ventaja de que lo puedo hacer en calzoncillos y fumando, cosas que no están muy bien vistas en el comedor.
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