COSAS QUE DAN MAL ROLLO EN LOS HOTELES. LA CORTINA DE DUCHA.

Puede que la tengas en tu casa pero no te gusta encontrarla en el baño de un hotel y menos aún en la categoría de tres estrellas en adelante. Casi prefieres que no la haya. No es que vayas a pillar una infección pero siempre te asalta la duda de cuánta gente habrá rozado su cuerpo contra ella. En realidad la presencia de la cortina desvela la racanería del propietario del hotel a la hora de instalar una mampara. De hecho hay hoteles que prefieren no poner nada antes que colocar una cortina y luego que se apañen los clientes a la hora de bañarse para no pringar todo el baño mientras las camareras de piso arreglan el desaguisado posteriormente.

No sé cada cuánto se lavan las cortinas de las duchas pero debe ser con menos frecuencia aún que los edredones o las colchas. Por falta de agua y jabón no va a ser, pero la realidad es que acaban almacenando bastante porquería en los pliegues. En España no es que se vean mucho en las habitaciones de hotel, pero en Portugal abundan en exceso y en Francia se encuentran más a menudo de lo que uno quisiera. Luego los clientes se quejan en los comentarios publicados sobre la estancia. Esperemos que algún hotelero de los afectados por mis observaciones lea este post y se anime a invertir en higiénicas mamparas, que andan baratas si se respetan los estándares de las medidas. Una mampara mejora la percepción de calidad y asegura mejores críticas.
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