LOS CHOLLOS DE HOTELES NO EXISTEN EN INTERNET

Los viajes tienen su precio y punto. Una cosa es conseguir billetes de avión baratos con ciertas condiciones y otra muy distinta es pillar vuelos a Buenos Aires o Nueva York a 200 euros con tasas incluidas. Lo más normal es que se pueda volar a Londres pagando menos de lo que luego cuesta el traslado del aeropuerto a la ciudad o la primera noche de hotel, pero a eso ya estamos acostumbrados. Lo que realmente buscamos los viajeros son precios razonables y equilibrados, porque sabemos que nadie regala nada a no ser a cambio de algo.

Son muchas las webs que utilizan el reclamo de la palabra "chollo" cuando lo máximo que podremos encontrar son ofertas especiales y algunos descuentos. Olvídese de encontrar chollos porque sencillamente no existen. Usted no podrá dormir en Meliá, AC, NH ni Holiday Inn por 20 ni por 30 euros. A esas cadenas les da igual que sus habitaciones queden vacías porque no piensan entrar en guerras de precios ni mucho menos quitar valor a su producto. Se puede dormir en Travelodge y Sidorme por 20 o 45 euros pero con reserva muy anticipada y escasas habitaciones disponibles.

Todo depende de lo que consideremos chollo, teniendo en cuenta la relación entre calidad y precio. Bancotel es lo más parecido a un chollo, sobre todo cuando las tarifas oficiales no se parecen en nada a lo que estamos pagando por un dormitorio, siempre que el alojamiento tenga disponibilidad de sobra y esté dispuesto a vender a precios bajos antes que quedarse con pocos clientes. Chollo sería encontrar hoteles de cinco estrellas a cincuenta euros diarios con desayuno, pero eso tampoco ocurre.

Los circuitos están organizados por mayoristas y se venden a través de otras mayoristas o de numerosas minoristas y en ocasiones da igual dónde se haya reservado el viaje porque el producto es, por ejemplo, de Travelplan, que ofrece sus lógicas comisiones a quien vende sus programas; los vendedores pueden jugar con reducir su comisión pero no pueden regalar nada.

Asi pues, apreciado lector, los chollos no existen, por lo que sería conveniente que que el navegante dejara de buscar lo que no va a hallar. Símplemente se topará con precio mejores o peores, pero nada más. No hay cruceros a cien o doscientos euros, billetes transoceánicos a trescientos ni cosas por el estilo. Ya lo sabe, busque y compare pero desconfíe de los precios anunciados hasta que obtenga el precio final, que suele ser muy poco parecido a lo que se promociona en la páginas de los periódicos con mucha letra pequeña debajo.

Las agencias que prometen hoteles baratos venden casi todas al mismo precio, con escaso margen de diferencia.