Quien más, quien menos, todo el mundo ha bebido alguna vez agua de Solares, procedente de Cantabria. Ahora vuelve el encanto de los antiguos balnearios en un hotel recién restaurado que llama la atención por su distinción.
No es precisamente un establecimiento para todos los bolsillos pero tiene que salir aquí porque es uno de esos lugares que da prestigio a una ciudad. A Solares se puede llegar incluso en tren, que tiene servicios con Santander capital cada hora. Hay ofertas atractivas para los próximos meses. Lo mejor es conocer su web haciendo click sobre el logo.
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